Continúa la opa que Brookfield Asset Management pretende acometer sobre Grifols. «Todo lo que puedo confirmar es que hoy está avanzando», dijo el director general de la empresa. Nacho Abiaen referencia al proceso de ‘due diligence’ que está llevando a cabo el fondo canadiense para avanzar en la operación.
La declaración se produjo durante una llamar con analistas, que el directivo ha iniciado dejando muy claro que el foco de la reunión iba a estar en los resultados que la firma de hemoderivados ha registrado en el tercer trimestre y que no respondería no hay duda ni haría ningún comentario sobre «ninguna transacción potencial».
En este sentido, destacó que el conjunto catalán mantiene una acuerdo de confidencialidad con el fondo canadiense y que cualquier novedad será comunicada a los mercados, cumpliendo con la normativa y legislación vigente.
Una opa rodeada de incertidumbre
Los accionistas familiares, que controlan alrededor del 30% del capital social de Grifols, anunció en julio que había llegado a un acuerdo con Brookfield para estudiar el lanzamiento de una opa conjunta sobre toda la compañía y sacarla de bolsa de Bolsa, tanto en España como en Estados Unidos.
Desde entonces, pocos detalles han trascendido sobre la operación. Más allá de la creación de un comité de supervisión de la OPA, se sabe que el fondo solicitó una prórroga a finales de septiembre para conocer más el estado de la multinacional y recaudar el dinero necesario para llevar a cabo sus planes.
Cabe recordar que Brookfield debe conseguir una financiación de unos 9,2 mil millones de eurospara refinanciar la deuda contraída por la farmacéutica, cantidad a la que hay que sumar los 3.500 millones de euros necesarios para hacerse con el 70% del capital social.
La oferta pública de adquisición conlleva también la activación de una cláusula en el bonificaciones de la empresa que permite a sus titulares reclamar la devolución del capital invertido a su valor nominal. Teniendo en cuenta que su cotización se ha visto afectada por los desplomes que ha vivido la firma a raíz del ataque del fondo bajista Gotham City Research, el importe estaría por encima del valor de mercado de algunos de los bonos.
Para obtener la financiación necesaria, se supo que Brookfield había entablado conversaciones con el fondo. ADQ de Emiratos Árabes y el GIC de Singapur, pese a que ningún acuerdo acabó llegando a buen puerto. Por su parte, Goldman Sachs y Morgan Stanley asesoran a miembros del consejo de administración de la compañía que no forman parte de la familia fundadora.
Beneficios afectados por la venta de SRASS
Tras el cierre del mercado, Grifols publicó el pasado 7 de noviembre sus resultados del tercer trimestre. «Los resultados reflejan que vamos en la dirección correcta», afirmó el consejero delegado de la compañía, que ha conseguido un beneficio neto de 87,95 millones de euros entre enero y septiembre y ha dejado atrás los números rojos registrados durante el mismo periodo del año pasado, cuando las pérdidas se situaron en 14,22 millones de euros.
El grupo ha destacado el impacto que han tenido en sus cuentas los gastos financieros y fiscales no recurrentes asociados a la reducción de deuda tras la venta del 20% de Shanghai Raas (SRASS), ya que si no se tienen en cuenta estas cantidades, el cifra habría subido a 264 millones de euros.
Los ingresos han subido por encima del 9% hasta 5.237 millones de euros, una tendencia alcista que ha seguido también el resultado bruto de explotación ajustado (Ebitda), que ha crecido un 25% y se sitúa en 1.253 millones de euros.
Entrando en detalle en los resultados del tercer trimestre, se puede comprobar que el beneficio neto se ha recortado desde 55,87 millones de euros hasta 52 millones de euros, frente al incremento del 12,4% que ha llevado los ingresos hasta los 1.793 millones de euros y el incremento del 26,7%. % que ha disparado el Ebitda ajustado a 462 millones de euros.
En cuanto a la deuda neta, asciende a 9.208 millones de euros, de los cuales 8.128 millones de euros corresponden a deuda financiera neta y 1.080 millones de euros, a obligaciones financieras relacionadas con el alquiler de centros de plasma.
A lo largo de nueve meses, la compañía ha situado el ratio de desapalancamiento en 5,1 veces, una cifra que refleja una mejora de 5,5 veces respecto al dato del segundo trimestre.