El duro enfrentamiento entre PP y PNV por la devolución a manos de Jeltzal del palacio parisino que fue sede del Gobierno vasco en el exilio entra en una fase de guerra total. Y lo hace, además, a través de dos vías diferentes: la primera, la política, … que se viene gestando desde hace días y al que se sumó este jueves el propio Alberto Núñez Feijóo al censurar el “regalo” de Pedro Sánchez a uno de sus principales socios; y el segundo, el judicial, ya que los populares estudian presentar una denuncia contra la formación nacionalista por presunta financiación irregular.
El traspaso de propiedad del edificio está sacudiendo las ya maltrechas relaciones entre ambas formaciones. Tanto es así que el PP intentó anular la operación tumbando en el Congreso el decreto ómnibus del Gobierno que incluía otras medidas como las bonificaciones en el transporte público y el aumento de las pensiones. Sin embargo, el PNV y peritos jurídicos alegan que la devolución no se puede revertir porque la transmisión se «completó» durante el mes en el que estuvo vigente la norma. Que ahora disminuya no cambia los efectos que ya ha tenido.
Las horas previas a la votación estuvieron marcadas por un intenso intercambio de acusaciones. El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, calificó al PNV de partido «aprovechador» y de mantener una actitud «miserable y repugnante» por intentar «ganar dinero» con el palacio parisino. El líder conservador fue respondido tanto por la diputada Idoia Sagastizabal, que le llamó «sinvergüenza», como también por el hombre fuerte de los jeltzales en Madrid, Aitor Esteban, que le acusó de defender «posiciones neofascistas» porque el edificio fue incautado. por la Gestapo.
Feijóo se ha sumado ahora a la discusión atacando a Sánchez por sus «regalos y privilegios a los nacionalistas». El presidente del PP ha reafirmado su rechazo absoluto al traspaso de palacio y ha confirmado que este episodio distancia aún más las posiciones con el PNV. «Mientras sea el socio estratégico en Euskadi y Madrid es exclusivamente por el sanchismo. Es imposible hablar con alguien que no quiere hablar. Si uno está sujeto al sanchismo, es problema suyo», ha afirmado el dirigente gallego, quien ha respondido que su formación es «libre» para pactar con quienes tengan «objetivos de interés general».
Posible queja
El PP no está dispuesto a tirar la toalla y baraja activar la vía judicial para anular la operación de París. El tipo de delito que se plantea imputar el PNV es el de financiación ilegal de partidos políticos, regulado en el artículo 304 bis del Código Penal, y que castiga las infracciones en donaciones o aportaciones destinadas a la formación. En opinión del presidente de los Populares Vascos, Javier de Andrés, la cesión del palacio es «una donación al PNV de una cantidad muy importante, posiblemente superior a los 16 millones de euros, y puede interpretarse como una financiación irregular».
La formación conservadora cree que «no hay motivo» para que el edificio siga en manos del PNV porque «se pagó con dinero del Gobierno Vasco». «Hay mucha mentira en relación a este asunto», ha apuntado De Andrés, insistiendo en atribuir la propiedad al Ejecutivo regional de José Antonio Aguirre, que utilizó la mansión como sede durante el exilio en la Guerra Civil antes de ser incautada por el Gestapo. y entregado a la dictadura de Franco. «El PNV nunca ha podido demostrar que dedicó un solo euro a la compra del palacio», ha continuado.
Esta postura contrasta con el informe elaborado por el Gobierno de Sánchez para justificar la cesión del edificio a Sabin Etxea. Según ese documento, firmado por el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, los documentos oficiales, notariales y bancarios de la época acreditan que fue el PNV quien aportó los fondos para la compra del inmueble en septiembre de 1936. así a través de testaferros y sociedades comerciales presentadas para proteger a los benefactores en un contexto de persecución por la Guerra Civil Española.