Uno de los planes más deseados por la gran mayoría de influencers es poder vivir una edición del Coachella. El festival de música y artes que lleva el nombre del valle californiano que lo acoge suele reunir lo más trendy del momento en cuanto a música pero sobre todo en cuanto a ‘looks’ y estilos rompedores que buscan asemejarse a la moda hippie. .
El evento de este año acaba de celebrarse y, como siempre, ha dejado varios titulares, como la aparición sorpresa de Shakira durante la actuación de Extraño o la ira del cantante Difuminar con la actitud del público, y muchas publicaciones de los afortunados que han podido estar allí y que han querido presumir de ello.
Uno de los que lo logró fue precisamente Sandra Pérez, conocida en redes sociales por @aquisandrax. La joven creadora de contenidos, nacida en Zaragoza pero residente actualmente en Miami, ha podido estar en el festival y ha aprovechado su perfil para contar varios detalles del festival, como su maquillaje y ‘outfit’, lo que cuesta tienes algo ahí o lo que no te cuentan sobre el festival.
Con vistas a las letras
Además, Sandra quiso explicar «la realidad de Los Ángeles». «He caído en La estafa más angelina que puede existir«Me vendieron un apartamento con vistas al símbolo de Hollywood», explica la zaragozana antes de detallar que el día anterior había llegado por la noche a la plaza turística que había alquilado por tres días para poder ir a Coachella.
A continuación, la joven muestra las vistas en las que letras blancas míticas, que fue lo que vio de noche, probablemente con una iluminación perfecta y que le produjo una gran emoción. Sin embargo, en el vídeo aparece a pleno sol y muestra que, durante el día, ve «la parte escondida» de la ciudad.
En las imágenes se puede observar una calle cercana que se encuentra repleta de carritos de supermercado, artículos y pertenencias que se cree pertenecen a personas indigentes. «¡Qué lástima! Contrastes de Estados Unidos supongo…”, se lamenta al final del vídeo.
Sandra obtuvo muchas respuestas. Varios internautas le aconsejaron que no reservara más antes de visitarlo o mirar todos los detalles. Otros, como Aleñá, le recordaron que «no te han engañado». Se ve el símbolo. «Timo timo no… ves el cartel…», señaló Ray en la misma línea, a lo que ella respondió que sí lo consideraba una estafa «porque las fotos que muestran desde la ventana son de hace años, antes de que se convirtiera en un calle de trato peligroso».