Hezbolá canta victoria en medio de un alto el fuego en el Líbano. El actual líder de la milicia chiita, Naim Qassem, ha jactancioso de la «victoria divina» que su formación hubiera logrado contra israel.
«Estamos hoy en un entorno de victoria divina de este honorable grupo, que fue celebrado por todos los amantes de Dios», señaló Qassem en un discurso televisado, donde reivindicado eso Hezbollah «no quería la guerra» con Israel.
Un conflicto que lleva más de un año pero que se ha intensificado desde finales de septiembre, y que ya deja alrededor de 4.000 muertos en territorio libanés.
Su mensaje llega al tercer día del armisticio firmado entre las partes, que tendrá una duración de dos meses y podría conducir a la paz definitiva. Sin embargo, desde la primera hora tanto Israel como Hezbollah ellos han sido reproches de presuntas violaciones del alto el fuego y amenazas de intensificar sus respectivas ofensivas.
Qassem se hizo cargo de la organización considerada terrorista por Tel Aviv tras el asesinato de Hasan Nasrallah y otros altos funcionarios. Ya como líder, ha influido en su mensaje de que Israel tenía como objetivo «la aniquilación de Hezbollah», por lo que habría «fallado»ya que tras los golpes a la dirección, la milicia «recuperó fuerzas», continuando lo que considera «resistencia en el frente».
Una de las imágenes de la derrota del enemigo es la imagen de nuestro pueblo regresando y los colonos del otro lado no regresando.
Naim Qassem, líder de Hezbolá
«He decidido anunciar como resultado de la batalla (…) de manera clara y oficial que estamos ante una gran victoria que supera la de julio de 2006«, añadió, afirmando que Israel aceptó la tregua debido a «la incapacidad de alcanzar sus objetivos».
Para Qassem, «uno de los Imágenes de la derrota del enemigo. Es la imagen de nuestro pueblo regresando y los colonos del otro lado no regresando». De manera muy ceremonial no dudó en señalar que «obtuvimos la victoria porque impedimos que el enemigo destruyera a Hezbolá, y le impidimos que poner fin a la resistencia. Ganamos porque El enemigo se ha visto obligado a justificar el acuerdo.«.
Tampoco ha dudado en afirmar que mientras la parte libanesa «celebró la victoria en Beirut con banderas de Hezbollah», en Tel Aviv la población israelí sacó «banderas blancas», conscientes de la discrepancias mamarias lo mismo de Gobierno de Netanyahu en torno al alto el fuego.