IGFBP3 es una molécula ampliamente estudiada tanto en procesos patológicos -como el cáncer- como en procesos fisiológicos, y está implicada en la regulación de la proliferación, diferenciación y supervivencia celular. En el nuevo estudio han revelado un aspecto hasta ahora desconocido: la importancia de esta proteína durante la embriogénesis del pulmón humano.
Como explica Melissa Acosta-Plasencia, investigadora de la UB y primera autora del artículo junto con el también investigador Joan J. Castellano, «esta proteína ayuda a mantener en buen estado las células epiteliales pulmonares, las que recubren la superficie interna de los pulmones». .indiferenciados», es decir, les permite conservar su capacidad de convertirse en diferentes tipos de células.
Posteriormente, a medida que se desarrolla el pulmón, se debe reducir la expresión de IGFBP3 para que se produzca la diferenciación celular, un proceso necesario para la formación adecuada del tejido pulmonar. “A medida que avanza la embriogénesis, es necesario silenciar esta proteína, lo que nos indica que es clave para mantener las células madre del pulmón”, añade el investigador.
El estudio también ha descrito la interacción entre IGFBP3 y miR-34a, una molécula de tipo microARN que tiene un papel crucial en el control de la expresión génica. A partir de la semana 8 de desarrollo pulmonar, esta molécula actúa inhibiendo la producción de IGFBP3 en el mesénquima pulmonar y posteriormente en el epitelio, para facilitar la diferenciación celular necesaria en esa fase del proceso de desarrollo.
Simulando el desarrollo pulmonar utilizando organoides.
El trabajo se ha realizado gracias a la generación y establecimiento de organoides derivados de pulmones embrionarios entre las semanas 8 a 12 de desarrollo humano, que replican este órgano a nivel molecular y celular. «En nuestro estudio observamos que la expresión del gen IGFBP3 Se asoció con las células progenitoras del pulmón embrionario. Por lo tanto, necesitábamos un modelo in vitro que podría reproducir esta expresión», destaca el investigador.
Los organoides, basados en células madre pluripotentes, reproducen en 3D un tejido específico, en este caso la mucosa pulmonar, con el que pueden interactuar a diferentes niveles. «Así, hemos podido activar procesos de diferenciación celular y silenciar genes específicos para evaluar sus efectos sobre el desarrollo pulmonar», detalla.