El abuso físico, el abuso emocional o la negligencia en los cuidados básicos pueden provocar la modificación de un gen que podría desencadenar esta enfermedad.
Sentirse sometido a un estado de estrés durante la infancia o la adolescencia derivado de situaciones adversas como el maltrato físico, el abuso emocional o el abandono en los cuidados básicos puede provocar una alteración epigenética en el gen DDR1 que podría desencadenar la aparición de enfermedades como el trastorno bipolar. Este es el principal resultado de un estudio publicado en la revista científica Psiquiatría molecular. La investigación ha sido liderada por el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV) con profesionales del Hospital Universitario Institut Pere Mata y de la Universidad Rovira i Virgili (URV), entre otras instituciones.
El trastorno bipolar afecta al 2% de la población. Estudios anteriores han demostrado que en un 60-85% de los casos su aparición se debe a factores genéticos. A pesar del componente hereditario, otras variables, como las relacionadas con el medio ambiente, también tienen un peso importante. Si bien las alteraciones epigenéticas -modificaciones químicas de la cadena de ADN- son inherentes a la transformación que sufre el organismo a lo largo de la vida, se producen con mayor frecuencia cuando se viven situaciones traumáticas como las descritas anteriormente.
En el estudio, denominado Bipogent, participaron 128 adultos con diagnóstico de trastorno bipolar y 141 pacientes sin enfermedad mental, quienes fueron sometidos a evaluaciones clínicas y psicológicas. También se tomaron muestras de sangre, que fueron analizadas con el objetivo de comparar los patrones de modificación genética del ADN entre pacientes enfermos y sanos, así como entre pacientes que tuvieron conductas suicidas y los que no.
Los resultados mostraron que había “hipermetilación” o aumento de marcas genéticas en algunas regiones del gen DDR1 en pacientes con trastorno bipolar en comparación con el grupo de personas sanas. También se encontró que algunos patrones de “hipometilación” o disminución de estas marcas genéticas parecían actuar como factores protectores contra la enfermedad.
DDR1 es un gen que desempeña su papel en una de las células más importantes del cerebro: los oligodendrocitos. Se trata de células encargadas de recubrir las neuronas con mielina, una capa formada por lípidos que ayuda a que la información se transmita de forma más rápida y eficiente.
Estudios anteriores ya habían confirmado que uno de los desencadenantes de enfermedades mentales como el trastorno bipolar es el desgaste que supone atravesar experiencias traumáticas durante la infancia y la adolescencia. La identificación ahora de esta alteración epigenética se suma a hallazgos similares realizados por equipos de investigación de todo el mundo que pueden representar un punto de inflexión a la hora de comprender los desencadenantes de la enfermedad y el enfoque adoptado para abordarla.
Si los resultados de este estudio acaban contrastándose con otras investigaciones y muestras más diversas, un análisis de sangre al paciente con trastorno bipolar determinará la gravedad de esta alteración -analizando el gen DDR1- y, por tanto, los tratamientos mejorarán considerablemente. ya que así puede ser más personalizado y efectivo.
Referencia bibliográfica: García-Ruiz, B., Jiménez, E., Aranda, S. et al. Asociaciones de metilación alterada del promotor DDR1 de leucocitos y trauma infantil con trastorno bipolar y comportamiento suicida en pacientes eutímicos. Psiquiatría Mol (2024). https://doi.org/10.1038/s41380-024-02522-8