Junts tumba el ‘impuesto’ a la energía pero deja que quede en manos de los bancos
El impuesto a las empresas energéticas, que el Gobierno creó debido a la reciente crisis inflacionaria y que quería convertir en permanente, expirará el 31 de diciembre. Una vez concluido el plazo para presentar modificaciones al proyecto de ley que buscaba lograr esa permanencia, las fuentes consultado por elEconomista.es Confirman que Hacienda no logró el apoyo de Junts -clave para sacar adelante la iniciativa- pese a haber negociado con el grupo de Carles Puigdemont hasta las 18.00 horasmomento en el que expiró el plazo para presentar enmiendas.
El independentismo sí permite mantener durante tres años el tipo excepcional para la banca, que presentará modificaciones. De acuerdo con las modificaciones registradas, se contemplará una bonificación del 25% en la declaración del Impuesto sobre Sociedades. Además, las fuentes consultadas en Junts destacan que han conseguido que la aplicación del tipo actual sea «progresiva», aplicando un tipo mayor o menor según el tamaño de los bancos.
También habrá modificaciones en el sentido de que se rediseñará el tipo bancario para tener en cuenta la evolución del ciclo de tipos de interés y las cuentas de las propias entidades, según ha confirmado el PNV en un comunicado. Además, su base imponible será el margen de intereses y comisiones que obtengan las entidades de crédito. La bajada del impuesto a las eléctricas supondrá un descenso de ingresos a partir de 2025. La Agencia Tributaria ha percibido 1.164 millones de euros a través de este impuesto durante los dos últimos años.
Junts insistió en la necesidad de impuesto no perjudicar a las empresas de energía. Cabe recordar que Repsol amenazó con trasladar sus futuras inversiones en Tarragona a Portugal si continuara la permanencia del impuesto. La empresa dirigida por Josu Jon Imaz prevé invertir 1.100 millones de euros en un proyecto para convertir los residuos urbanos en combustible en Tarragona.
Por su parte, los nacionalistas vascos han confirmado que las modificaciones acordadas con el PSOE permitirán aplicar impuestos a bancos y multinacionales a través de los regímenes fiscales autonómicos del País Vasco y Navarra, en cumplimiento de la Ley de Concierto. Económico. El PNV quería que la figura fuera un homenaje y poder disponerla y «graduarla» en su territorio.
Todas las fuentes coinciden en que la negociación sobre el impuesto bancario ha sido más fácil. Fuentes del sector dieron por hecho el acuerdo por el que este impuesto se integrará en el sistema tributario. Aunque se desconocen los detalles del impuesto, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ya anunció que se adaptará a la banca para que no tenga efecto en el crédito.
La semana pasada, las patronales AEB y CECA rechazaron la petición del Gobierno de hacer permanente este impuesto y alertaron de un impacto directo en la capacidad de financiación de la economía real, con una pérdida estimada de 50.000 millones de euros en capacidad crediticia.
Más allá de las imponentes fuentes de Junts, demuestran que ayer consiguieron más logros. En particular, este partido logró archivar el proyecto de imponer un impuesto a las compañías privadas de seguros de salud.
También habrá modificaciones fiscales, en forma de desgravaciones fiscales, para las empresas que destinen parte de sus beneficios a reinversiones.
La desaparición del impuesto a las empresas energéticas, a partir de 2025, acaba con el riesgo de que desaparezcan inversiones estratégicas de más de 8.000 millones para Cataluña y también para Andalucía, como los polos de generación de Hidrógeno Verde de Huelva y Algeciras. que prevén la generación de miles de empleoso además de contribuir a producir energía limpia con gran proyección para el desarrollo industrial. La permanencia de este impuesto provocaría la fuga de inversiones ya previstas a otros territorios, limitando el potencial de crecimiento y creación de empleo en un sector clave para la transición energética.