Investigadores ucranianos están registrando la casa del metropolitano Pavel Lebed, un líder de la Iglesia ortodoxa, a quien acusan de justificar la invasión rusa de Ucrania e incitar al odio interreligioso.
El servicio de seguridad de Ucrania (SBU) confirmó el sábado que Pavel, que dirige el monasterio más importante de Ucrania, el Kyiv-Pechersk Lavra, es sospechoso de violar el código penal del país.
Pavel “en sus discursos públicos insultó repetidamente los sentimientos religiosos de los ucranianos, humilló las opiniones de los creyentes de otras denominaciones y trató de formar sentimientos hostiles hacia ellos”, dijo la SBU, que también publicó lo que alega son interceptaciones telefónicas de los sermones de Pavel. También “hizo declaraciones que justificaban o negaban las acciones del país agresor”, según el servicio.
“Hoy, el enemigo está tratando de usar el ambiente de la iglesia para promover su propaganda y dividir a la sociedad ucraniana”, dijo el jefe de la SBU, Vasyl Malyuk.
La rama de Pavel de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana estuvo anteriormente bajo el control del clero de Moscú, pero declaró su independencia en mayo del año pasado.
Pero Kiev argumenta que la iglesia debe cerrarse debido a sus vínculos con Moscú antes de la guerra y ha estado tratando de desalojar a Pavel y sus compañeros fieles de su monasterio.
Pavel ha negado las acusaciones, argumentando que Kiev no tiene fundamentos legales para el desalojo, según la BBC. Durante una audiencia en la corte el sábado, dijo que “nunca ha estado del lado de la agresión”, y describió su estado actual como “arresto domiciliario”.
La SBU ha arrestado a decenas de clérigos, acusándolos de colaborar con Rusia. El año pasado, el servicio allanó el monasterio de Lavra y otros edificios pertenecientes a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana. La iglesia niega que haya evidencia para apoyar los cargos.
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