Anna Paquin (Winnipeg, Manitoba, Canadá, 41 años) ha reaparecido tras casi dos años alejada de los focos para asistir al estreno de su último proyecto un poco de luz, una película dirigida por su marido, el actor y director británico Stephen Moyer. La actriz acudió al evento con un discreto vestido corto negro y un bastón que utilizaba para ayudarse a caminar. Este detalle ha generado preocupación entre sus fans sobre su salud. Aunque Paquin no quiso dar detalles sobre lo que le está pasando, sí explicó a los periodistas que cubrían el estreno que “no ha sido fácil”.
Aunque la actriz mostró dificultades para moverse y hablar, según contó una fuente cercana Gente que se “espera” una recuperación completa. Paquin ha encontrado su mejor apoyo en este momento en su marido. La pareja posó junta y no se separó durante todo el estreno. Con él también ha cumplido su sueño de ser la protagonista de la primera película que dirige Moyer.

En un poco de luz Paquin interpreta a Ella, una alcohólica que atraviesa un difícil proceso de rehabilitación y cuyas circunstancias de vida la obligan a volver a vivir con su padre, mientras sus hijas quedan bajo el cuidado de su exmarido y su nueva pareja Bethan (Pippa Bennett-Warner). . . Atrapada en su culpa, una amistad improbable con Neil le abre los ojos para asumir la responsabilidad y hacer los cambios que necesita.
Anna Paquin y Stephen Moyer se conocieron cuando ambos interpretaban a vampiros en la serie de HBO Sangre verdadera. Su historia de amor saltó de la pantalla a la realidad y se casaron en 2010 en Malibú. En 2012 tuvieron a sus dos hijas, las gemelas, Charlie y Poppy.
A lo largo de su carrera, Anna Paquin ha demostrado su versatilidad como actriz, abordando una amplia gama de géneros y personajes. Su talento y dedicación la han convertido en una actriz aclamada por la crítica y el público. A los 11 años, Paquin audicionó para el papel de Flora McGrath en la película. El piano (1993), dirigida por Jane Campion. Su actuación le valió el Oscar a la Mejor Actriz de Reparto, convirtiéndola en la segunda persona más joven en ganar un Premio de la Academia.
