Esto es lo que concluye un estudio publicado recientemente, pero ¿hasta qué punto es real?
Hay que tener en cuenta las conclusiones, pero es necesario hacer algunas matizaciones.
No significa necesariamente que el desarrollo de la demencia sea causado por el consumo de carne procesada.
El la carne despierta pasionestanto a favor como en contra. Por un lado, hay personas que rechazan su consumo, sobre todo por motivos éticos relacionados con la explotación de animales. Por otro lado, hay quienes defienden con fervor su consumo y ven con malos ojos cualquier crítica o recomendación que pueda ir en contra de este hábito.
Por eso está prestando tanta atención un estudio publicado recientemente en la revista Neurology que vincula el consumo de este alimento con posibles efectos nocivos para la salud. En concreto, sugiere que el consumo de carnes rojas, y en particular el de carne roja procesadase asocia con un mayor riesgo de desarrollar demencia y peores funciones cognitivas.
Cómo se hizo el estudio
En esta investigación, los científicos analizaron los datos aportados por dos grandes estudios que se han realizado en Estados Unidos a nivel nacional desde los años 1980. Se trata concretamente del Estudio de Salud de las Enfermeras (NHS) y del Estudio de Seguimiento de los Profesionales de la Salud. (HPFS), que estudian y recopilan datos relacionados con los hábitos y la salud de decenas de miles de personas a lo largo del tiempo. Así podrán utilizarse posteriormente en investigaciones como la que nos ocupa.
Lo que hicieron específicamente los investigadores fue tomar datos de participantes que no padecían demencia cuando comenzaron estos estudios (más de ciento treinta mil), Evalúe su dieta y determine el deterioro cognitivo. y casos de demencia a lo largo del tiempo: desde el inicio de estos estudios (principios y mediados de la década de 1980) hasta 2023.
Lo que dice el estudio
Los resultados del estudio indicaron que el riesgo de demencia o deterioro cognitivo El riesgo subjetivo fue mayor (13% y 14%, respectivamente) en las personas que consumían carne roja procesada (más de 0,25 porciones por día) que en aquellas que consumían una cantidad menor (menos de 0,10 porciones por día, considerando un tamaño de porción de 85 gramos).
El estudio no encontró una relación significativa entre el consumo de carne roja (más de una porción por día versus menos de media porción por día) y el aumento de casos de demencia. Pero se asoció con un mayor riesgo de deterioro cognitivo subjetivo (concretamente el 16%).
La posible explicación
Los investigadores sugieren que estos resultados podrían explicarse por la interacción que existe entre el intestino y el cerebroes decir, lo que se conoce como eje intestino-cerebro, y más concretamente con el papel de las bacterias intestinales. Según estos científicos, la explicación podría encontrarse en la carnitina, un aminoácido presente en la carne, que es transformado por las bacterias intestinales en óxido de trimetilamina, que podría ser implicado en el deterioro cognitivo.
Interpretación de los resultados.
Los resultados de este estudio deben tenerse en cuenta, entre otras cosas, por el enorme volumen de datos considerados, procedentes de más de ciento treinta mil personas a lo largo de cuatro décadas. Pero también conviene interpretarlos con cautela, sobre todo porque se trata de un estudio observacional.
Es decir, se compararon los hábitos de consumo de esta población con la evolución de su estado de salud y se observó que existía una correlación entre el consumo de carne o carnes rojas y la demencia o deterioro cognitivo subjetivo. Pero eso no significa necesariamente que esta relación sea causal. Es decir, No significa necesariamente que el desarrollo de la demencia sea causado por el consumo de carne procesada.. Podría deberse a otros factores.
Para intentar afinar los resultados, en este tipo de estudios se tienen en cuenta factores de confusión; Por ejemplo, en el caso en cuestión consideramos la antecedentes familiares de demencia o estatus socioeconómicoentre otros. Pero aun así, los estudios observacionales siempre deben interpretarse con cautela.
Además, hay que considerar que el deterioro cognitivo subjetivo fue evaluado por los propios participantes del estudio. Es decir, se trata, como su nombre indica, de una valoración subjetiva. Aunque en el caso de la demencia no fue así.
En cualquier caso, es un punto de partida a tener en cuenta y que se suma a otros estudios que relacionan con un mayor nivel de evidencia el consumo de carnes procesadas y carnes rojas con el desarrollo de determinadas patologías. Sin ir más lejos, cabe recordar el revuelo que se produjo hace unos años, cuando la Organización Mundial de la Salud publicó un informe en el que alertaba de que el consumo de La carne procesada aumenta el riesgo de cáncer colorrectal.