La CNMC ve riesgos en la opa de BBVA sobre Sabadell y la analizará en profundidad

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ve riesgos en la oferta de adquisición de acciones (opa) lanzada por BBVA sobre Sabadell. el organismo Opta por llevar su estudio a la denominada ‘Fase 2’ y analizar con más detalle los posibles riesgos para la competencia en los diferentes negocios de ambas entidades, etapa que implica abrir el proceso a la intervención de terceros y a la presentación de alegaciones.

A menudo Las transacciones que lleguen a esta situación están sujetas a condiciones severas recibir autorización y medios ampliar al menos tres meses la sentencia definitiva en la ‘Fase II’ y, con ello, también la futura resolución de la opa. No obstante, el regulador podrá ampliar este tiempo de estudio o ‘parar el reloj’ si la complejidad del asunto así lo recomienda.

El organismo regulador deja la puerta abierta a un estudio exhaustivo de la operación, en la Fase II. De momento, la CNMC trabaja en el análisis en su primera fase en un procedimiento que tiene carácter confidencial. «En tan pronto como se tome una decisión, incluida la posible apertura de una segunda fase análisis, la decisión se hará pública», Fuentes de la CNMC indican.

La transacción ha despertado posiciones encontradas dentro de la organización. Algunos de sus expertos se inclinan por resolver en primera instanciaa, compromiso previo de BBVA con algunas condicionales, porque No ven problemas de competencia en ningún segmento de negocio salvo en los terminales POS. dada la fuerte posición del banco catalán. Otros miembros de la organización optaron, En cambio, al llevar el archivo a un análisis más exhaustivo debido a la naturaleza hostil de la transacción y garantizar que ningún aspecto quede sin escrutar ante el rechazo frontal del Gobierno, y los temores expresados ​​por distintas asociaciones empresariales y ejecutivos autonómicos.

Independientemente de los ‘remedios’ que potencialmente pueda exigir la CNMC, la apertura de la ‘Fase 2’ retrasará en el tiempo la resolución del expediente, con el riesgo de afectar a la operación si se lanza sin conocer el veredicto de Competencia -no es obligatorio para abrir el plazo de adhesión, aunque BBVA sí lo considera un permiso vinculante. Que se amplíe mucho el plazo También podría afectar el éxito potencial de la oferta pública de adquisición..

BBVA esperaba la aprobación en la primera fase y con condiciones muy manejables, confiando en que la organización utilizar la misma metodología aplicada en integraciones bancarias anteriores. En este sentido, ha señalado que ha dado su visto bueno a la fusión de CaixaBank y Bankia, que creará el mayor banco del país, con una cuota de mercado superior a la que Sabadell sumaría al BBVA.

Él El conjunto vasco también descartó dar el criterio técnico requerido para que el el análisis se extiende a una etapa posterior porque la transacción El balance de BBVA no aumenta más del 10% ni la entidad combinada supera el 25% de cuota en los segmentos, ambos criterios que obligarían a llevar el análisis a la denominada «fase dos». «Aunque tomemos un segmento concreto, CaixaBank ha producido un banco más grande. Visto todo esto, pensamos que no hay problema de competencia y debería pasar a la fase uno», afirmó su consejero delegado, Onur Genç, en las últimas conferencias financieras.

En todo caso, BBVA espera realizar algunas cesiones o compromisos, en línea con los asumidos por CaixaBank cuando integró Bankia o Unicaja con Liberbank. En la fusión de CaixaBank y Bankia, la CNMC detectó hasta 86 códigos postales donde la entidad final quedó sola, en régimen de monopolio o duopolio y fijó condiciones sobre servicios y productos para evitar un deterioro de la oferta al consumidor durante tres años, a propuesta del banco. La entidad garantizó que no abandonará locales donde solo existían sus sucursales y además mantuvo el convenio para el uso de cajeros automáticos con otras entidades durante 18 meses. Para validar la unión de Liberbank y Unicaja, el nuevo grupo tuvo que comprometerse ante la CNMC a asumir también garantías sobre productos y servicios en tres localidades de Cáceres donde había una alta concentración.

Sabadell, por su parte, Apostamos a que la CNMC realizaría un examen más detallado de la transacción debido a la singularidad del negocio. Por un lado, el El mercado está mucho más concentrado. que cuando se gestaron las fusiones anteriores y cualquier nuevo movimiento importante como el propuesto conlleva el riesgo de bajar la competencia en el futuro, pero también está la particularidad de que BBVA y Sabadell se encontrarían con posiciones muy fuertes en regiones como Cataluña y Valencia , y en el negocio de las PYMES.

El presidente de Sabadell, Josep Oliu, y su director general, César González-Bueno, han advertido de que la desaparición del banco catalán supondría un grave problema para las pymes al ser uno de sus grandes proveedores. Según los estudios que baraja la entidad, el «solapamiento» alcanzaría al 40% de los 1-2 millones de pymes que operan en el país porque las empresas necesitan trabajar con 3 o 5 bancos -BBVA limita el impacto al 1,5%, contempla sólo aquellas que trabajan exclusivamente con ambas entidades, sin considerar que necesitan un mayor número de relaciones financieras. Los vascos se han comprometido a mantener la circulación por doce pesos, pero a la larga la desaparición de un proveedor les obligaría a buscar alternativas sin garantías de encontrarlas en las mismas condiciones.

Una unión de BBVA y Sabadell presentaría solapamientos, especialmente en Cataluña. Si la adquisición triunfa, entre El nuevo gigante, CaixaBank y Santander se repartirían casi el 74% del crédito concedido a los clientes En España, el 64,99% de los activos del sector financiero y el 35% de las sucursales bancarias. En Cataluña y Valencia, los tres grandes bancos se harían con más del 80% de las oficinas bancarias, siendo un tercio del total propiedad del grupo que surgiría de la nueva fusión.

El Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) ya juzgó en mayo en un informe no vinculante que la competencia en Cataluña estaría en riesgo por la alta concentración. Ha señalado que CaixaBank posee el 38,9% de las 2.134 oficinas ubicadas en la región, BBVA el 18,7%, Sabadell el 16,1% y Banco Santander el 12%.

Varias organizaciones empresariales también han pedido a la CNMC que analice en profundidad la operación, buscando garantías contra daños a la financiación. Pimec, la asociación catalana de pymes, abrió brecha enviando un informe a la agencia de competencia que cifra en 54.000 millones de euros la pérdida crediticia (o el 8%) que provocaría la fusión. Posteriormente, también alertaron a la CNMC el Fomento catalán, la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), junto con las provincias de Lugo, Orense y La Coruña, la Federación Asturiana de Empresarios. (FADE) y la Cámara de Comercio de Valencia.

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