Sin duda, una de las revelaciones más sorprendentes recordadas en Mask Singer fue la de María José Campanario. La mujer de Jesulín de Ubrique se escondió bajo la Oveja y no hizo sospechoso a ningún investigador.
En su entrevista tras el desenmascaramiento con Arturo Valls, la celebrity dijo que lo que más le costó fue guardar el secreto en casa. De hecho, el misticismo del programa le causó problemas desde el momento en que fueron a recogerlo en la característica camioneta negra.
Sin embargo, el desafío apenas comenzaba y aunque ella misma admitió sentirse muy cómoda dentro de Oveja, la complejidad del disfraz le provocó muchos sofocos. «Podía sentir el sudor corriendo por mi espalda y mis piernas», comentó.
Además, María José Campanario también quiso dejar claro lo cómoda que se ha sentido en todo momento gracias al equipo y a la dinámica del programa: «Soy una persona muy reservada, pero aquí he podido ser yo», dicho.