La fiebre ¿es buena o mala?

Fiebre, ¿es buena o mala? Se supone que tener un poco de fiebre es bueno, pero mucha fiebre es mala. Ahora, un estudio en ‘Science Immunology’ explica por qué.

Según investigadores de la Universidad de Vanderbilt (EE.UU.), la fiebre tiene un efecto positivo: aumenta el metabolismo, la proliferación y la actividad de las células inmunitarias. Sin embargo, como revela este trabajo, provoca estrés mitocondrial, daño del ADN y muerte celular en un subconjunto específico de células T.

Estos hallazgos mejoran nuestra comprensión de cómo las células responden al calor y pueden explicar cómo la inflamación crónica contribuye al desarrollo del cáncer.

La mayor parte de las investigaciones sobre la temperatura se centran en la agricultura, mientras que los estudios sobre células humanas suelen realizarse a 37 °C, la temperatura corporal humana estándar. Sin embargo, las temperaturas corporales durante los procesos inflamatorios suelen ser más altas.

Uno de los autores, Darren Heintzman, se interesó en los efectos de la fiebre debido a una experiencia personal: Su padre desarrolló una enfermedad autoinmune que le provocó fiebre constante durante meses.Este interés lo llevó a cultivar células T a 39°C, donde descubrió que la fiebre aumentaba el metabolismo y la actividad de las células T colaboradoras, al tiempo que disminuía la capacidad de las células T reguladoras para suprimir la respuesta inmune.

Sin embargo, los investigadores descubrieron que un subconjunto de células T auxiliares, llamadas células Th1, sufrieron estrés mitocondrial, daño en el ADN y algunas murieron.

Este hallazgo fue desconcertante, ya que las células Th1 suelen estar presentes en infecciones virales, donde la fiebre es común. Sin embargo, descubrieron que las células Th1 sobrevivientes se adaptan, cambiando su mitocondrias y volviéndose más resistentes al estrés, lo que les permite proliferar más y producir más citocinas.

Heintzman identificó que el calor deterioraba rápidamente una proteína mitocondrial clave para la generación de energía (complejo 1 de la cadena de transporte de electrones (ETC1). Este deterioro activaba mecanismos de señalización que causaban daño al ADN y la activación de la proteína supresora de tumores p53, que repara el ADN o induce la muerte celular para mantener la integridad del genoma.

Las células Th1 mostraron una mayor sensibilidad al deterioro de ETC1 en comparación con otros tipos de células T. Los investigadores también encontraron cambios similares en las células Th1 de pacientes con enfermedades inflamatorias como la enfermedad de Crohn y la artritis reumatoide, lo que respalda la relevancia del mecanismo descubierto.

Calor y estrés

«Creemos que esta respuesta es una forma fundamental en la que las células detectan el calor y responden al estrés.“La temperatura varía entre los tejidos y cambia todo el tiempo, y no sabemos realmente qué hace eso. Si los cambios de temperatura cambian la forma en que las células se ven obligadas a realizar el metabolismo debido a ETC1, eso tendrá un gran impacto”.

Los resultados sugieren que el calor puede ser mutagénico cuando las células no logran reparar adecuadamente los daños en el ADN. Esto podría explicar cómo la inflamación crónica, acompañada de temperaturas elevadas en los tejidos, puede conducir a la formación de tumores, lo cual es relevante ya que hasta el 25% de los cánceres están asociados con la inflamación crónica.

«La gente me pregunta: ‘La fiebre es buena o mala“?'”, añade Rathmell. “La respuesta corta es: un poco de fiebre es bueno, pero mucha fiebre es mala. Ya lo sabíamos, pero ahora tenemos un mecanismo que explica por qué es mala”.