La magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer 2 de Las Palmas de Gran Canaria, María Auxiliadora Díaz, ha iniciado diligencias ante el jurado por el presunto delito de asesinato contra Miguel Ángel Ramos, marido de Juana Ramos, de 56 años. Anciana desaparecida en 2016 en Gran Canaria. La magistrada, de esta manera, concluye su investigación, tras la cual advierte indicios suficientes para llevar al investigado ante un tribunal como presunto autor del delito. El investigado permanece en libertad provisional, pero tendrá que comparecer ante los tribunales en los próximos días para que finalice la acusación, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias. El auto del juez transforma la diligencia previa en un procedimiento abreviado para llevar a juicio al imputado, y responde a una solicitud realizada en junio de 2023 por el abogado de la familia de la víctima. El cuerpo de Ramos no ha sido localizado hasta ahora, aunque en 2021 se llevó a cabo una intensa (pero infructuosa) búsqueda en el norte de la isla.
Juana Ramos tenía 56 años en el momento de su desaparición, el 20 de agosto de 2016. Era madre de dos hijos y vecina de La Paterna, un barrio popular de Las Palmas de Gran Canaria donde regentaba una tienda. El día que la perdió de vista había quedado para salir a caminar con su expareja, Miguel Ángel Ramos, para hablar de temas económicos. Los dos llevaban 14 años de relación y se separaron tres meses antes de la desaparición. Tras las primeras investigaciones, la investigada, propietaria de una pizzería, fue detenida el 7 de septiembre de 2016 como principal sospechosa de la muerte de su expareja.

Los interrogatorios policiales y judiciales habían logrado detectar varias mentiras que había cometido. En un primer momento, el acusado, vecino de Arucas (norte de la isla), había afirmado que había salido a pasear con su mujer y que luego la dejó a las 12 de la noche en su domicilio. de La Paterna. Los agentes, sin embargo, comprobaron posteriormente que las señales de ambos móviles les situaban en la zona norte de la isla (Moya y Arucas) hasta altas horas de la madrugada, cuando la señal del dispositivo de Juana desapareció.
Los esfuerzos policiales no lograron encontrar el rastro de Ramos. La búsqueda se reanudó en 2021, cuando un equipo de 160 personas se desplegó tras encontrar pruebas en el norte de la isla. Miguel Ángel Ramos, en cualquier caso, nunca ha dejado de ser el principal sospechoso para el magistrado del caso. Según sus escritos, el imputado ofreció durante la investigación una versión “totalmente inverosímil” de los hechos y dio declaraciones “contradictorias y muy inverosímiles”. Estas contradicciones se centraron tanto en el recorrido seguido como en la ropa que vestían o en los horarios en los que ocurrieron los hechos la noche de la desaparición. El hombre mostró, a su vez, “colaboración nula” desde el momento de la desaparición.
acción obstructiva
La actuación de Ramos, a juicio de Díaz, pasó a ser «obstructiva, un extremo totalmente incompatible con una persona que ha perdido a su pareja y con la que tenía una relación afectiva y tal como dijo en el juicio que la amaba». Tras su desaparición, salieron a la luz numerosos detalles de su relación con su expareja. Según contaron sus amigos a la prensa en ese momento, sufrió abusos físicos y violencia verbal y psicológica, además de seguimiento y acoso. Diversos familiares de la desaparecida llevaron a la conclusión de que el acusado era “una persona obsesiva, controladora y muy celosa”.
El acusado pidió a la víctima que pusiera su negocio a su nombre porque se iba a divorciar de su esposa y temía perder este negocio en la separación. Al principio no hubo problemas. Sin embargo, según los dos hijos, dejó de pagar la Seguridad Social y no pagó indemnización por un despido improcedente. No tenía dinero para pagar 24.000 euros. La Administración se los reclamó, ya que era la propietaria de la pizzería. Pidió un préstamo al banco y cada mes pagaba 500 euros al banco, y luego él se los pagaba. Las dos o tres veces que se plantearon poner fin a su relación, él la amenazó con no pagarle los 500 euros mensuales. Hasta que finalmente dio el paso y puso fin a la relación.
Durante la investigación, el abogado de la familia destacó que Juana Ramos no desapareció voluntariamente, dado que “ella era la encargada del cuidado de sus padres octogenarios” y ayudaba a su hija a cuidar a su nieto de cuatro años que sufre autismo, según el periódico local Islas Canarias 7. Su padre murió sin que se supiera el paradero de su hija.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familiares y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura del teléfono, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También puedes contactar vía email 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden contactar con el teléfono de Fundación ANAR 900 20 20 10. Si se trata de una situación de emergencia, pueden llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062) . Y si no puedes llamar, puedes utilizar la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.