Alivio, pero no solución. Las lluvias caídas durante la Semana Santa han cambiado el escenario de sequía en Andalucía, pero la crítica situación no se ha superado en absoluto. Con este mensaje en su primera comparecencia tras las últimas precipitaciones, la ministra de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, llamó a la prudencia y advirtió que se mantendrán las medidas de ahorro implementadas por la Junta para garantizar el consumo.
Lo hizo después de que el Consejo de Gobierno celebrado este martes conociera un nuevo informe sobre la evolución de la sequía en el que se confirmaba que las lluvias han pintado un nuevo escenario. Las reservas en el conjunto de la comunidad, que en el momento más crítico estaban por debajo del 20 por ciento, ahora prácticamente duplican ese porcentaje y alcanzan el 39,9.
Por ello, Crespo se mostró partidario de flexibilizar las medidas de ahorro, que se concretarán en los comités de sequía que celebrarán la próxima semana los distintos distritos hidrográficos una vez que se conozca con certeza el aporte de agua por escorrentía. de estos días.
Consumo por habitante
Así, se ampliará el volumen de consumo permitido, que se establecerá entre 180 y 225 litros por persona y día, en función de las reservas acumuladas en cada zona y teniendo en cuenta además que los municipios costeros multiplican su población en los meses de verano que se producen. . Se avecinan Crespo explicó que los comités de sequía de cada distrito establecerán criterios generales para que posteriormente cada municipio pueda adoptar medidas específicas ajustándose a los parámetros acordados.
Sin embargo, el consejero advirtió que no sólo se debe garantizar el consumo humano, sino también el funcionamiento de los diferentes sectores productivos demandantes de agua: agricultura, turismo e industria.
La situación dista mucho de ser homogénea en toda Andalucía, donde el nivel medio de los embalses, del 39,9 por ciento, dista mucho de explicar el nivel de reservas disponibles en cada zona. Así, en la demarcación del Guadalquivir, que afecta a dos tercios del territorio, alcanza el 43,1 por ciento y en la demarcación de Tinto-Odiel-Piedras-Chanza, en la provincia de Huelva, alcanza el 49,7 por ciento.
Esta disponibilidad de agua sigue contrastando con la de la Cuenca Mediterránea, con un 27,4 por ciento, o con la de Guadalete-Barbate, en la provincia de Cádiz, con un 27,2. Mientras en la cuenca del Guadalquivir se ha alcanzado una situación de normalidad, en el Mediterráneo sólo se ha podido pasar de ‘grave’ a ‘grave’.
Distribución
La distribución de las precipitaciones estos días ni siquiera fue ni mucho menos homogénea, ya que tuvo un amplio rango que va desde los 147 litros por metro cuadrado caídos en la provincia de Almería hasta los 21 de Almería o los 84 de Málaga. En la zona de Grazalema, en la provincia de Cádiz, cayeron 390 litros, pero en el conjunto de esa provincia sólo se contabilizaron 91.
Para explicar la situación tras estas lluvias, Crespo explicó que las reservas actuales están por encima de lo que estaban hace exactamente un año, pero por debajo del promedio de la última década. Aún es pronto para decir que hay un cambio de tendencia.
Por ello, el consejero advirtió de la necesidad de ser prudentes, seguir aplicando medidas de ahorro y seguir trabajando por el equilibrio hídrico de Andalucía. «Que este gobierno no sea como los gobiernos anteriores, que con la lluvia se olvidaron de las obras hidráulicas», subrayó.