La ministra de Transportes del Reino Unido, Louise Haigh, ha presentado este viernes su dimisión tras confesar que mintió a la Policía sobre el presunto robo de su teléfono móvil en 2013, lo que ha provocado el primer cambio en la primera línea del Gobierno de Keir Starmer.
Inicialmente, Haigh acudió a la policía para denunciar que le habían robado el teléfono móvil y otros objetos durante un robo, pero Acabó localizando el terminal en su casa «un tiempo después»como ella misma confesó más tarde. En 2014, se declaró culpable de falso testimonio, como Sky News y Los tiempos.
El ministro saliente Afirmó que todo había sido un «error», porque debió avisar a la empresa del descubrimiento, y que en ningún caso buscó aprovecharse. En una carta a Starmer, afirma en cualquier caso que, independientemente de los detalles del suceso en sí, entiende que «inevitablemente» puede ser una «distracción», según informa Europa Press.
El primer ministro ha aceptado la dimisión en una carta pública en la que le agradece su compromiso con la «ambiciosa agenda» del Ejecutivo en materia de transportes y desea a su colega, que ocupa el cargo desde 2015, «lo mejor» para el futuro. en la Cámara de los Comunes.
El alivio no se ha hecho esperar y Starmer ha confirmado a Heidi Alexander como nueva ministraquien hasta ahora era secretario de Estado de Justicia. Tiene experiencia como responsable de Transportes del Ayuntamiento de Londres, donde también gobierna el Partido Laborista.
Los conservadores, por su parte, han aplaudido la dimisión anunciada este viernes pero señalan críticas hacia Starmer, pues entienden que ya sabía que el ministro saliente había sido condenado cuando le nombró para el Gobierno. Por ello, la oposición ha pedido al primer ministro que «explique su evidente error de juicio a la población británica».