La nueva Masorange, operador surgido de la fusión de Orange y MásMóvil, se ha comprometido a invertir 4.000 millones de euros en los próximos tres años, según anunció su consejero delegado, Meinrad Spenger, en un encuentro con los medios de comunicación para presentar la compañía en la Sede naranja.
Entre otros planes, la compañía prevé ampliar la cobertura de telefonía móvil 5G a más del 90% de la población y cubrirá con fibra óptica hasta seis millones de hogares adicionales, así como más de 1.700 nuevos municipios. Con este anuncio, la compañía parece haberle hecho un guiño al ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá, quien afirmó, antes del visto bueno del Gobierno, que el operador iba a asumir fuertes compromisos inversores.
Respecto al posible impacto de esta inversión en la deuda, Spenger ha defendido que la nueva teleco tiene un ratio de apalancamiento o nivel de endeudamiento menor que el que tenía la antigua MásMóvil, y ha recordado que las agencias de calificación ya han mejorado su rating. “hasta casi el grado de inversión”. El ejecutivo ha señalado que la compañía tendrá que ajustar su plan estratégico y que ha conseguido financiación para estos planes.
La empresa nació con una deuda de 12.500 millones de euros, de los cuales dos tercios están asegurados contra subidas de tipos de interés. «Tenemos una estrategia encaminada a reducir el ratio de apalancamiento a tres veces el EBITDA o menos en un periodo de tres años», afirmó Spenger, quien explicó que los accionistas han acordado que no se pagarán dividendos en los primeros años. “Hoy nace un nuevo líder en el mercado de las telecomunicaciones. El nuevo Masorange es una gran oportunidad”, afirmó Spenger. El grupo se ha convertido en el primer operador nacional por número de clientes, con 30 millones de líneas móviles y 7,3 millones de conexiones de banda ancha.
Además, Spenger ha defendido que la compañía no sólo quiere mantener su liderazgo, sino también reforzarlo. El directivo ha señalado que la compañía tendrá unos ingresos superiores a los 7.000 millones de euros, lo que la sitúa entre las 20 empresas más relevantes de España. “Masorange estaría en el Ibex 35”, afirmó. En este sentido, dentro del acuerdo, Orange y los accionistas de MásMóvil establecían la posibilidad de activar una salida a Bolsa a partir de un plazo de 24 meses desde el inicio de las operaciones conjuntas. El ex MásMóvil cotizaba en Bolsa y alguna vez estuvo en el Ibex 35. “Se hablará en los próximos años. No hay ninguna decisión tomada”, afirmó el directivo, quien insistió en que es un tema de los accionistas.
Masorange nació con una cuota de mercado superior al 40% en móvil y banda ancha. El grupo cuenta con nueve marcas nacionales -Orange, Yoigo, Jazztel, MásMóvil, Simyo, Pepephone, Lebara, Lyca y Llamaya- y cinco marcas regionales -Euskaltel, R, Telecable, Guuk y Embou- para atacar los diferentes segmentos del mercado. Spenger ha indicado que la intención es potenciar las marcas más fuertes, aunque se estudiarán opciones en los próximos meses. El ejecutivo ha aseverado que la compañía continuará con su estrategia multimarca, aunque está abierta a revisiones, dentro de los planes para reducir solapamientos y conseguir las sinergias previstas.
Al mismo tiempo, ha defendido la presencia de la compañía en otros servicios como energía, servicios financieros, telemedicina, alarmas y seguridad, seguros, entretenimiento e internet de las cosas. «Ofrecemos estos servicios a más de 2,1 millones de personas», afirmó Spenger.
La integración facilitará la generación de sinergias por valor de más de 500 millones de euros anuales, especialmente mediante la optimización de infraestructuras superpuestas, que podrán reinvertirse en la expansión de las redes de fibra y 5G. Inicialmente contemplaban sinergias por 450 millones; El aumento en la estimación se debe a que, anteriormente, ambas empresas no podían intercambiar información. “Trabajamos con un plan detallado para alcanzar estos objetivos”, destacó Spenger, quien insistió en que la satisfacción del cliente es una prioridad para el equipo directivo.
Masorange buscará crecer en el negocio corporativo, así como en nuevos servicios. “Podemos generar empleo. Es un tema delicado. No tenemos ningún plan para salidas forzosas”, afirmó Spenger. Sin embargo, ha abierto la puerta a posibles salidas voluntarias. “Analizaremos opciones dentro del diálogo social”, afirmó. Además, la compañía prevé cerrar el traslado de empleados del antiguo MásMóvil a la sede de Orange en Pozuelo antes del mes de junio, y ha descartado que haya problemas de espacio.
En este sentido, otra prioridad será la integración, con una única organización, con la unificación de sistemas y la integración de equipos, para intentar conseguir las sinergias mencionadas. Además, ha indicado que la compañía seguirá apoyando la estrategia mayorista aplicada por Orange en los últimos años, y de la que MásMóvil era el principal cliente. A su vez, recordó que Masorange será la empresa que tendrá mayor nivel de espectro, lo que permitirá al operador ser más eficiente y ofrecer el mejor servicio. La compañía pretende mantener tanto la Fundación Orange como la Fundación Euskaltel “porque ambas son compatibles”.
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