La opa sobre Sabadell ya está tardando más de lo previsto por BBVA. Cuando el banco que dirige Carlos Torres lanzó la oferta hostil el 9 de mayo esperaba obtener todas las autorizaciones regulatorias en un plazo máximo de entre cinco y seis meses. Este plazo vence este sábado 9 de noviembre, medio año después de que lanzara la opa, sin que BBVA haya alcanzado los hitos que inicialmente marcó para esta fecha. Esto se explica, sobre todo, por el retraso de los reguladores en emitir su opinión, principalmente la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El paso del tiempo no es baladí para BBVA, ya que debe afrontar, junto al flanco opa, otra en México. El banco sufre en bolsa por la caída del peso, sobre todo desde la elección de la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum, y el conflicto diplomático abierto con España con su toma de posesión. Todo esto se agravó con la elección de Donald Trump el pasado martes. El peso ha perdido un 18% desde las elecciones en México y BBVA, un 16% desde que se conocieron los primeros rumores sobre su intención de hacerse con Sabadell. México es el primer mercado de BBVA y el 44% de su margen bruto, además de representar una alta sensibilidad en capital (10 puntos básicos en el ratio CET 1 completamente cargado por cada 10% de pérdida de peso). Por tanto, la marcha del banco en bolsa depende de la evolución en México, así como de la capacidad de mejorar la opa sin recurrir a una ampliación de capital. El motivo de la oferta sobre Sabadell es precisamente intentar reforzar el peso del mercado español en las cuentas de BBVA y diluir el mercado mexicano.
Los recientes resultados electorales en Estados Unidos tampoco han ayudado. Un informe reciente de Barclays señaló que BBVA sufriría bajo una presidencia de Trump, debido a sus políticas de inmigración y la introducción de aranceles, que debilitarán el peso, al tiempo que dejó claro que Harris respaldaría el precio. Citi también lo sitúa entre los bancos europeos más sensibles al resultado de las elecciones. Las acciones de Sabadell han experimentado la semana pasada una caída similar a las de BBVA, lo que demuestra que los inversores correlacionan la cotización de una entidad con otra, al menos hasta que se aclare el futuro de la opa.
En España, de las tres autorizaciones que BBVA esperaba obtener antes de este sábado, sólo cuenta con el visto bueno del Banco Central Europeo (BCE), que en septiembre manifestó su no oposición a la transacción. El próximo hito está en la CNMC, que se espera que la próxima semana emita un primer veredicto, en su consejo del miércoles. Competencia puede autorizar la operación en una primera fase, validando las propuestas de compromisos enviadas por BBVA, que se basan en las aplicadas en la fusión entre CaixaBank y Bankia, como blindar las condiciones comerciales en zonas monopólicas o el trato especial a las pymes. También puede, considerando que la opa plantea problemas de competencia, ampliar su análisis y llevarlo por la vía más estricta, conocida como segunda fase.
Aunque legalmente sólo estaba obligada a esperar la decisión del BCE, y puede pronunciarse en cualquier momento, la CNMV previsiblemente esperará a la decisión de la CNMC. BBVA, en la presentación que hizo horas después de lanzar la opa, afirmó que su calendario tentativo incluía tener estas autorizaciones en entre cinco y seis meses. Una vez que la CNMV dé su visto bueno se iniciará el plazo de entre 15 y 70 días en el que los accionistas de Banco Sabadell deciden si acuden o no a la opa. Si este regulador se pronuncia antes que Competencia, los propietarios de los valores del banco catalán se verían obligados a decidir sin conocer la opinión de la CNMC.
BBVA esperaba que este plazo de aceptación se ampliara hasta ocho meses después, momento en el que la opa debería estar completamente completada. Sobre el papel, este plazo aún puede cumplirse. Si la CNMC autoriza la operación la semana que viene -lo que se prevé poco probable- y la CNMV hace lo mismo unas semanas después, BBVA todavía puede cumplir este segundo plazo, antes del 8 de enero, siempre y cuando decida un plazo para la aceptación de la operación. la toma de posesión corta
El mercado espera que la CNMC opte por la segunda fase. Esto, según las previsiones, podría hacer saltar por los aires todos los plazos, dado que retrasará el dictamen de Competencia hasta el verano. El regulador deberá recabar la opinión en esta segunda fase de diferentes actores sociales, como asociaciones de consumidores, empresarios o comunidades autónomas. Además, implica inevitablemente que la opa pase a una tercera fase, en la que el Consejo de Ministros puede ampliar o reducir las condiciones impuestas por la Competencia. Ante el rechazo expreso del Gobierno a la opa, se espera que imponga requisitos muy elevados y difíciles de cumplir. El consejero delegado del BBVA, Onur Genç, ya advirtió la semana pasada en rueda de prensa de que podrían retirar la opa si se imponen condiciones que afecten al valor de la transacción.
Alantra: dividendos y recompras romperán la correlación entre las acciones de BBVA y Sabadell
Un informe de Alantra, publicado este viernes, apunta a la correlación que los valores de BBVA y Sabadell han mostrado desde que el primero lanzó la opa sobre el segundo en mayo. Sin embargo, considera que la próxima junta de accionistas de Banco Sabadell, prevista para marzo del próximo año, será clave para romper esa convergencia. En él vaticina que el banco propondrá una importante recompra de acciones, que se suma a los 250 millones que estaban en curso cuando se lanzó la opa y a las elevadas previsiones de reparto de beneficios para los próximos años. También prevé que aumentará el reparto de dividendos, en línea con los ocho céntimos de pago ordinario que realizó en octubre, el mayor desde 2010. BBVA ajustará el pago en efectivo, como ya hizo, en el canje de opas, pero No podrá hacer lo mismo con las recompras de acciones, lo que elevará el valor de la acción del banco catalán por encima de la del banco vasco. Por otro lado, BBVA está, según este análisis, vinculado jurídicamente hasta que se complete la opa.