Una vez más, miles de residentes europeos celebraron el día de Navidad en la playa de La Zenia de Orihuela. El encuentro nació hace más de una década de la mano de ‘Just Brass’, una orquesta local de expatriados, desde entonces ha crecido en tamaño año tras año hasta convertirse en una macro-celebración.
Aprovechando su éxito, el gobierno local del PP se involucró antes del covid, pero con el evento correctamente prohibido durante la pandemia, solo este año el evento ha resucitado.
La gente viaja desde muchos kilómetros a la redonda para disfrutar del ambiente de fiesta junto con los residentes locales expatriados, la mayoría de los cuales llegan con sus barbacoas y cervezas disfrazados.
El domingo la actividad fue especialmente popular, debido al cielo despejado y las altas temperaturas ya que miles de visitantes disfrutaron del buen tiempo en un ambiente distendido, sin embargo ha habido algunas críticas al evento, los juerguistas se derramaron más allá de Cala Bosque, hacia las dunas protegidas, sin supervisión municipal o costera.
Pero hubo mucha música en la playa con los establecimientos de restauración llenos al máximo de su capacidad. Esto a pesar de que la gran mayoría de visitantes trajeron sus propios picnics, parrilladas con carnes, pescados y hamburguesas a la parrilla, así como aquellos que prefirieron sus bocadillos caseros.
Con temperaturas superiores a los 20 grados, fueron muchos los que se sacaron el bañador por última vez y, sin quitarse el gorro de Papá Noel, se adentraron en el mar para darse el último chapuzón del año.
El evento fue congregado en gran parte por expatriados británicos, una de las comunidades más grandes de la provincia, pero había muchos cientos de residentes irlandeses, alemanes, escandinavos y españoles celebrando junto a ellos.
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