La devastadora DANA en Valencia ha puesto de manifiesto fallos en la gestión y coordinación entre los organismos encargados de proteger a la población. Entre ellos destaca la falta de coordinación entre la Generalitat y el Ministerio para la Transición Ecológica. Las alertas iniciales, que se centraron en la presa de Forata y el río Magro, desviaron la atención de una amenaza igualmente crítica: el barranco del Poyo, que alcanzó un caudal desbordado y provocó daños irreparables en distintas localidades de Valencia.
El foco en Forata
El Comité Integrado de Coordinación Operativa (Cecopi), encargado de gestionar emergencias de esta magnitud, se reunió a las 17.00 horas. A la reunión asistieron autoridades autonómicas como el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), responsable de supervisar las principales cuencas hídricas de la región. Según la Generalitat, en ningún momento la CHJ advirtió de un peligro inminente en el barranco de Poyo, a pesar de que el caudal de este cauce venía aumentando a una velocidad crítica desde horas antes.
Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Júcar defiende que sí informó de un «aumento generalizado de los caudales» en los ríos Magro y Júcar, además de alertar sobre la inminente declaración de escenario 2 en la presa de Forata. Esta presa, situada sobre el río Magro, alcanzó su máxima capacidad sobre las 19.00 horas y almacenó durante la noche hasta 37,30 hectómetros cúbicos. Las maniobras del personal técnico lograron evitar que la presa se desbordara, pero el pánico ante esta posibilidad lo convirtió en lo más preocupante, mientras el barranco del Poyo, convertido ahora en una corriente devastadora, amenazaba localidades como Paiporta, Massanassa, Benetússer y Aldaia. .
Aviso tardío y falta de coordinación
Salomé Pradas, jefa de Emergencias de la Generalitat, admitió que desconoció la existencia del sistema de alerta de Protección Civil (ES Alert) hasta minutos antes de activarlo. Según su testimonio, fue el secretario de Estado para la Transición Ecológica, Hugo Morán, quien, desde el extranjero, la alertó telefónicamente de la amenaza en la presa de Forata, lo que motivó la activación del sistema de alerta masiva en los teléfonos móviles.
Sin embargo, para entonces, el barranco de Poyo ya era una trampa mortal: devastó infraestructuras, inundó viviendas y se cobró vidas a su paso. El concejal explicó en una entrevista en Á Punt que, en esos momentos críticos, el Ministerio de Transición Ecológica situó el principal riesgo en la presa de Forata, ignorando en gran medida la gravedad de lo que estaba sucediendo en el área metropolitana de Valencia.
El papel de Carlos Mazón y la desaparición de Teresa Ribera
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, también es puesto en duda por su actuación ante la tragedia. Mazón llegó tarde a la reunión del Cecopi porque se encontraba en un almuerzo que, según fuentes, duró más de lo esperado.
Además, la figura de Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta del Gobierno, empieza a generar dudas. Su falta de visibilidad durante esta crisis y su silencio respecto a las decisiones y comunicaciones de su ministerio tras la DANA en Valencia, plantea interrogantes sobre su actuación, y más tras su nuevo rol en Europa en el que no se sabe cómo ha influido su ausencia. a él.