24 Noticias

La profesión médica en su conjunto enfrenta la Salud por encima del Estatuto Marco

La profesión médica en su conjunto enfrenta la Salud por encima del Estatuto Marco

El día de hoy parece difícil para el departamento que dirige Mónica García. A primera hora de la mañana, Sanidad tendrá queser responsable ante los sindicatos médicos y las asociaciones profesionales sobre las controvertidas medidas que se han incluido en el borrador del Anteproyecto de Estatuto Marco del personal sanitario del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Todos y cada uno de los agentes participantes en la mesa de campo han manifestado públicamente, ya sea a través de declaraciones a los medios y comunicados o a través de sus perfiles en «X» su bloquear la oposición seguir ignorando a los profesionales que ejercen la medicina en el sector público.

Recopilando todas las opiniones expresadas en los últimos días, García se ha pronunciado contra la Organización Médica Colegiada (OMC), consejos y asociaciones de médicos de toda España, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), el Sindicato Central Independiente y de Funcionarios Públicos (CSIF) , a UGT, CC OO y sindicatos médicos de Madrid (Amyts), Cataluña (Metges de Catalunya), País Vasco (SME) o la Comunidad Valenciana (Cesm-CV), entre otros.

El motivo no es otro que la inclusión en el anteproyecto, por parte de Sanidad, de artículos que buscan obligar a los jefes de servicios hospitalarios y residentes que finalicen su formación especializada a trabajar exclusivamente para el sector público (durante 5 años para estos últimos). o que las jornadas de 24 horas se reduzcan a un máximo de 17 y que se prohíba que sean precedidas o seguidas de una jornada ordinaria.

Una medida, esta última, que provocó un profundo rechazo en el CESM por esconder «trampas» como ampliar la jornada máxima de los médicos a 48 horas semanales o pagar las guardias por debajo de la ordinaria, como informó este periódico la semana pasada. .

«Nos ha tomado el pelo»

«Se ha burlado de nosotros de forma escandalosa», denuncia en estas páginas Víctor Pedrera, secretario general del CESM.

Quería decir que, en el el artículo 85 del proyecto, donde todo lo relacionado con el «día de guardia», Se establece la obligación de descansar antes de prestar servicio en un día laborable, pero La letra pequeña es que el trabajador debe esas horas a la administración, y que el descanso tras una jornada de guardia no se puede deducir del cómputo de la jornada anual.

Mónica García -que respondió a las críticas con un vídeo en su perfil de «X»- se defendió de este argumento diciendo que «las horas de guardia no tendrán que ser devueltas».

«La fórmula es la que está pendiente de diálogo, pero desde el Ministerio no vamos a dejar de reconocer las jornadas máximas de 17 horas porque es justo y ofrece calidad y seguridad a nuestros pacientes», afirmó.

esclavitud del siglo XXI

Mención especial merece la semana laboral obligatoria de 48 horas para los médicos. En un momento como el actual, cuando el 37,5 horas semanales para todos los trabajadores (y hay debate sobre si debería ser 35), La imposición de 10 horas más a los médicos ha caído como una bomba.

«Esta es una forma de esclavitud del siglo XXI», señalan desde Amyts. «El médico sigue trabajando horas ilimitadas, 17 o 24 según las necesidades del servicio, mal remunerado y sin posibilidad de horas extras».

«Nos siguen obligando a trabajar 48 horas semanales, con horas que se llaman ‘on call’ y que no sólo no se pagan como horas extras sino que se pagan por debajo de la hora ordinaria», explicó el secretario general del CESM. » ¿No ha sido su partido el defensor de la jornada laboral de 37,5 horas para ningún trabajador? «Entonces, ¿por qué el médico tiene que trabajar 10 horas más?»

Además, el texto añade que Estas jornadas de 48 horas podrán «ampliarse hasta 150 horas al año de forma voluntaria», algo que directamente infringe la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Y sin reconocerlas como horas extras.

Por otro lado, pero en la misma línea, el proyecto establece la «garantía» de una Descanso de 36 horas cada dos semanas para los médicos, cuando cualquier otro trabajador descansa 60 horas semanales.

Para el presidente de Amyts, las reivindicaciones de Sanidad «vienen a consagrar un modelo en el que los médicos y médicas españoles van a salir gravemente perjudicados», perpetuando todas las injusticias y su excepcionalidad en el marco laboral respecto del resto de trabajadores en España y funcionarios públicos».

La exclusividad se paga.

Respecto a la propuesta de obligan a los jefes de servicio de los hospitales del SNS (ampliable a otros mandos intermedios) trabajar exclusivamente para el sector público, y también a los nuevos especialistas que terminan su formación durante 5 años, la profesión médica se ha enfadado.

CSIF criticó este lunes que se esté exigiendo exclusividad «a coste cero». «Las incompatibilidades tienen que estar bien compensadas y en este texto que nos han presentado no lo están», han apuntado.

La OMC destaca que esta medida no sólo no soluciona el déficit de profesionales sanitarios que existe en España, sino que lo agravaría críticamente.

«Este tipo de políticas de retención de talento tienden a promover el estrés, la insatisfacción laboral y migración de profesionales a entornos menos restrictivos». «Las medidas propuestas no atacan la raíz del problema, y ​​podrían generar efectos contraproducentes a medio plazo», explican.

Interferencia innecesaria

Una de las principales críticas de los colegios médicos es contra la intromisión de la Sanidad en el ámbito del ejercicio de una profesión liberal como es la medicina, a la que constitucionalmente se le reconoce el derecho de «libre ejercicio». «No aceptamos injerencias ni medidas coercitivas», han expresado desde el Colegio de Médicos de La Rioja.

Mónica García se ha defendido de quienes la llaman «sectario» e «intervencionista» con dos argumentos.

La primera, que «este debate debe ir acompañado de una mejora de la remuneración, instando al comunidades autónomas retribuyan adecuadamente a sus jefes de servicio y liberarlos de la carga burocrática innecesaria». Es decir, la La mejora salarial recaería sobre las autonomías, no en el Estado.

La segunda, que la obligación de exclusividad para los jefes de servicio es «una medida que ya se está debatiendo en algunos parlamentos regionales y en otros países».

Una nueva orden de García que queda en entredicho si atendemos a las pruebas. «Estudios y experiencias internacionales han demostrado que las políticas de retención forzosa tienden a ser contraproducentes, generando estrés, insatisfacción laboral y, en muchos casos, fomentando la migración de profesionales a países o sectores con menos restricciones», afirmó ayer a este diario. Domingo A. Sánchez, Representante Nacional de Jóvenes Médicos y Promoción del Empleo de la OMC.

Salir de la versión móvil