El chasquido de las antorchas y el zumbido de las amoladoras angulares llenan el espacioso piso de producción de una acería en Krivoy Rog, la ciudad del centro de Ucrania donde nació el presidente Volodymyr Zelenskyy.
En lugar de su trabajo habitual de producción y reparación de equipos de minería, algunos de los trabajadores se dedican a construir búnkeres de metal para las tropas del frente. Metinvest, una empresa minera y siderúrgica ucraniana, lanzó el proyecto y los trabajadores dicen que están felices de contribuir a la resistencia contra la invasión rusa.
Por ahora, esto significa ensamblar materiales prefabricados para hacer refugios subterráneos siguiendo un diseño de la era soviética. 123 de estas estructuras de 2 metros (6,5 pies) de ancho por 6 (20 pies) de largo ya se han enviado a áreas como las provincias de Zaporizhia y Donetsk en el este del país.
Se necesitan casi dos toneladas de acero para cada refugio. Están construidos para soportar proyectiles de hasta 152 mm de calibre, pueden albergar hasta seis soldados y deben enterrarse a 1,5 metros (unos 5 pies) bajo tierra.
«Eso es para que puedan descansar y resistir los ataques», dijo Petro Zhuk, quien dirige el equipo de 40 personas que construyen las estructuras. Aunque se necesitan 165 horas de trabajo, incluida la prefabricación, para producirlos, su equipo puede hacer uno al día. añadió.
Las seis camas del interior son de madera. El refugio incluye un espacio para colocar una estufa portátil, un doble piso que puede ser utilizado para guardar armas y una salida a la superficie, así como una entrada a la que se accede a través de un túnel, explicó.
Zhuk habla con compasión de los soldados ucranianos, con la esperanza de que encuentren algo de consuelo en los búnkeres.
«Mientras están adentro, es posible que no se preocupen por una convulsión que podría ocurrir mientras duermen», dijo. «Pueden ser cálidos y cómodos».
Metinvest también es propietaria de la acería Azovstal, una planta similar a una fortaleza en la destruida y ahora ocupada Mariupol. Durante los meses que duró el asedio a la ciudad, civiles y soldados se refugiaron en las instalaciones, y la lucha de las últimas tropas ucranianas que defendían la fábrica se convirtió en símbolo de resistencia frente a la invasión de Moscú.
En una entrevista con los medios ucranianos, el director ejecutivo de Metinvest, Yurii Ryzhenkov, dijo que los planos de los búnkeres se encontraron en los archivos de la empresa y datan de cuando era una empresa soviética. En ese momento, cada fábrica tenía que producir algo para el ejército, señaló.
Vitalii Yevzhenko, un operario de 54 años que trabaja montando los búnkeres, cree que el trabajo que hace con sus compañeros es muy importante.
“Esto es por la victoria de Ucrania. Cuanto antes termine la guerra, mejor será”, dijo.
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