«La mejor manera de contener una enfermedad es vacunar». Así de claro se expresó este miércoles el profesor Juan José Badiola momentos antes de comenzar la charla que, de la mano de Asaaja, ofreció en El Barco de Ávila para reflexionar sobre la evolución de cara a 2025 en los programas oficiales de control de la tuberculosis bovina y, encima Todo, lengua azul, con la aparición de un nuevo serotipo en España en general y en Ávila en particular (serotipo 3) para el que el veterinario considera necesaria la vacunación si lo que se quiere es evitar su propagación.
«La lengua azul es un virus que ya conocemos. Hubo un brote en España en los años 50, hay que recordarlo. Y fue posible ponerle fin. Y yo me pregunto, esa gente, sin vacunas, cómo podrían ponerle fin. Pues lo lograron”, comenzó a reflexionar sobre un virus que, aclaró, proviene de África. “La zona endémica de la lengua azul es África”, argumentó sobre un virus que se transmite a través de mosquitos vectores, específicamente del género culicoides. «La presencia de la enfermedad está relacionada con la presencia del virus, sí, pero también del mosquito. Si el transmisor no está ahí, la enfermedad termina». Los mosquitos, aclaró, son en principio muy móviles, porque se mueven con cierta frecuencia a través de corrientes de aire y animales contaminados.
«Esto empezó en 2006, con el primer brote en Baleares, luego saltó a la península, y no hemos podido acabar con ello», se refería a una enfermedad que es «muy estacional, porque Depende de la supervivencia del mosquito». Y ahora, en España, recordó el investigador, estamos teniendo inviernos relativamente cálidos. «Los mosquitos aguantan estas temperaturas y vuelven a operar en la siguiente temporada, que es cuando empiezan a volar nuevamente y a transmitir el virus», afirmó.
Eso preocupa a los ganaderos, por supuesto. Pero también preocupante, y en ello se centró Badiola, es el hecho de que se haya añadido uno nuevo procedente de Portugal a los cinco serotipos que tradicionalmente existían en España, especialmente en la zona de Ávila donde este miércoles se encontró Badiola.
Un serotipo, el número 3, para el que actualmente no existe vacuna, mientras que «hasta ahora los demás han sido vacunados con efectos positivos».
«Y lo que ha hecho el Gobierno es recomendar a las empresas que se dedican a la fabricación de vacunas para animales (hay cuatro o cinco empresas que hacen estas vacunas) que fabriquen contra 3 y así podemos vacunar para el riesgo de que las vacas y Las ovejas de esta zona podrían contraer esta enfermedad», afirmó Badiola, que recomienda encarecidamente la vacunación.
«Estas empresas tienen experiencia en cómo se fabrican vacunas para otros serotipos de lengua azul. No será muy complicado. Pero claro, hay muchas dosis que hay que tener”, continuó hablando Badiola, quien también se refirió a si es obligatorio o no inocular la vacuna al ganado.
«Creo que debería ser obligatorio, porque si no lo haces así estás a merced de lo que cada ganadero crea conveniente hacer. Y claro, eso tiene sus inconvenientes”, reflexionó. «Pero si lo haces obligatorio, lo paga el Estado», quiso subrayar el veterinario, que apuesta por la vacunación incluso ante posibles reacciones adversas. «Cualquier medicamento vacunal puede provocar una reacción adversa», comentó Badiola, quien, sin embargo, advierte que cuando aparecen estas posibles reacciones se debe informar a las autoridades médicas.
En cualquier caso, Badiola ve clara la necesidad de vacunar para evitar que se extienda a otras zonas del país.
En sus palabras, Badiola también hizo referencia a la enfermedad hemorrágica, de la que destacó la aparición en junio de la primera vacuna producida por un laboratorio español.
Y no dejó de lado la tuberculosis, «un problema crónico, como la propia enfermedad». Y aunque no quiso entrar demasiado en el debate que siempre genera, sí señaló que los ganaderos deben tener claro que la tuberculosis es una enfermedad transmisible al ser humano, por lo que deben intentar ponerle fin en la medida de lo posible. posible.