La prevención mediante la vacunación es una buena estrategia, “ya que las vacunas inducen una respuesta inmune protectora frente a patógenos sin riesgo de contraer la enfermedad y sus posibles complicaciones”. Así lo afirma el profesor Ángel Gil, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, durante su participación en el simposio ‘Nuevos horizontes en la prevención de enfermedades respiratorias’, impulsado por Pfizer en el marco del XII Congreso de la Asociación Española de Vacunología, que se celebró en Málaga.
“Los adultos mayores tienen una mayor mortalidad hospitalaria asociada al VRS con la edad y el riesgo de enfermedad neumocócica es mayor entre los adultos mayores de 65 años en comparación con los de 50 a 64 y de 18 a 49 años. Asimismo, los adultos entre 50 y 64 años y entre 65 y 79 años registran más mortalidad o ingreso en UCI tras una infección gripal3 y en el caso del covid, se ha demostrado que también aumentan las hospitalizaciones y muertes asociadas a esta patología. con la edad”, afirma el profesor.
En este mismo simposio, el Prof. Ángel Gil señaló que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), las patologías cardiovasculares, las personas que padecen diabetes o problemas hepáticos o renales y las personas inmunodeprimidas también tienen mayor riesgo de padecer la enfermedad. respiratorio.
En el caso del virus respiratorio sincitial (VRS), Ángel Gil ha manifestado que se trata de una patología con una considerable prevalencia en adultos mayores y que provoca numerosas hospitalizaciones y muertes en todo el mundo6. Tanto es así que, en España, las hospitalizaciones por VRS son más frecuentes que las por gripe. Además, la carga de enfermedad por VRS está subestimada en los adultos.
«En este contexto en el que también observamos que el 50,3% de los pacientes hospitalizados por VRS en España presentan una o más enfermedades crónicas, afortunadamente contamos con nuevas vacunas para prevenir el VRS en la población adulta mayor de 60 años, lo que supone una edad muy horizonte esperanzador para reducir la carga de enfermedad por VRS en este grupo poblacional, sobre todo reduciendo las tasas de hospitalización y de letalidad», reconoce el especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, quien añade que la conciencia individual sobre la edad y las comorbilidades como factor de riesgo para la enfermedad por VRS es necesario.
Por su parte, José Enrique Yuste Lobo, jefe del Laboratorio de Referencia de Neumococo del Instituto de Salud Carlos III, ha señalado en el marco de su participación en el simposio organizado por Pfizer en el Congreso de la AEV, que las medidas de protección que se tenían en la pandemia redujo las infecciones respiratorias.
“En cuanto al neumococo, hemos observado que, en la población adulta, y después del SARS-CoV-2, ha habido un aumento en la circulación de los serotipos 3 y 8 y que el serotipo 4 se ha triplicado respecto a la era prepandemia. . Por ello, la prevención frente a este patógeno sigue siendo necesaria, especialmente en poblaciones vulnerables”, afirma Yuste.
Finalmente, el experto destacó que la infección por VRS favorece la infección por neumococo. “En este sentido, la prevención mediante la vacunación contra virus respiratorios (gripe, VSR y SARS-CoV-2) podría ayudar a reducir la carga de enfermedad por neumococo y la gravedad de la neumonía”, concluyó el investigador del Centro Nacional de Microbiología.