Un estudio publicado enCiencia concluye que la vitamina D mejora la respuesta a la inmunoterapia contra el cáncer en ratones a través del microbioma intestinal y tiene un papel clave en la mejora de la respuesta inmune frente a procesos tumorales.
Estudios anteriores ya habían estudiado el papel de la vitamina D en la modulación inmune del cáncer. Ahora, los autores sugieren que este nutriente actúa sobre las células epiteliales intestinales, alterando la composición del microbioma y favoreciendo una especie de bacteria llamada Bacteroides fragilisque regula la inmunidad contra el cáncer.
El trabajo, realizado en ratones, destaca la papel potencial de la vitamina D como modulador de la configuración del microbioma intestinal y de la respuesta inmune en otros organismos, incluido el humano.
El estudio, coordinado por Fabien Franco y Kathy McCoy, del Instituto Snyder de Enfermedades Crónicas, Facultad de Medicina Cumming, Universidad de Calgary, Canadá, «muestra que la suplementación con vitamina D en la dieta puede modular el microbioma, mejorando la inmunidad contra el cáncer y la eficacia de la inmunoterapia», señala. Margarita Poza Domínguez, investigadora en Microbiología del Instituto de Investigaciones Biomédicas de A Coruña y profesora asociada de la Universidad de A Coruña.
Poza Domínguez comenta al respecto en un comunicado del Science Media Center (SMC) que «el microbioma humano, un conjunto de microorganismos que viven en nuestro cuerpo conviviendo con nuestras células, desempeña funciones esenciales para nuestra existencia. Además, las bacterias que viven en él nuestro intestino intervienen en la eficacia y toxicidad de numerosos tratamientos. Este es el caso de la inmunoterapia contra el cáncer, su éxito ha estado ligado a la configuración de nuestro microbioma intestinal.
«Hoy en día, numerosos hallazgos indican que ahora es posible personalizar terapias basadas en el microbioma individual de cada persona», añade el experto. Se abre una nueva etapa en el campo de la biomedicina, la farmacomicrobiómica, que consiste en el estudio de la respuesta a fármacos a partir del microbioma. Hoy en día, la abundancia de determinadas bacterias en nuestro intestino puede predecir la respuesta a la inmunoterapia, lo que puede evitar terapias costosas, ineficaces y/o tóxicas en muchos pacientes con cáncer.
Este trabajo sugiere que la vitamina D tiene un papel clave en la modulación inmune y el cáncer, y los ratones con mayor disponibilidad de vitamina D muestran una mayor resistencia inmunodependiente a los cánceres trasplantables y mayores respuestas a los ICI.
De manera similar, en los humanos, genes inducidos por la vitamina D se correlacionan con mejores respuestas al tratamiento con inhibidores de puntos de control inmunológico, así como con inmunidad contra el cáncer y una mejor supervivencia general. En ratones, la resistencia es atribuible a la actividad de la vitamina D en las células epiteliales intestinales, que altera la composición del microbioma a favor de Bacteroides fragilisque regula positivamente la inmunidad contra el cáncer.
El inhibidores de puntos de control inmunológico (ICI), que se utilizan para tratar una variedad de tipos de cáncer, incluido el melanoma, el cáncer de pulmón de células no pequeñas y el carcinoma de células renales, mejoran las respuestas de las células T antitumorales. Los autores explican que el mecanismo de acción de la vitamina D es que bloquea las interacciones de los receptores inhibidores de la proteína 4 asociada a linfocitos T citotóxicos (CTLA-4) o la proteína 1 de muerte celular programada (PD-1) que se expresan en las células T. Sin embargo, una proporción sustancial de pacientes no responde a los ICI y microbioma intestinal ha sido identificado como un modulador clave de su eficacia», señalan los autores.
«Se han logrado enormes avances en la mejora de la inmunoterapia contra el cáncer, que ahora se establece como un pilar del tratamiento del cáncer. «La dieta influye fuertemente en la composición y función microbiana intestinal y la vitamina D se comporta como un componente dietético involucrado en la promoción de la regulación microbiana de las respuestas a la terapia ICI en ratones».
«Nuestros hallazgos indican una conexión previamente no apreciada entre la vitamina D, las comunidades microbianas comensales y las respuestas inmunes al cáncer. En conjunto, resaltan los niveles de vitamina D como un determinante potencial de La inmunidad al cáncer y el éxito de la inmunoterapia«.
¿Qué relación tiene el sol con la vitamina D?
La vitamina D en realidad no es una vitamina, sino que funciona como una hormona (o sistema hormonal) como otras similares que existen en nuestro organismo. Durante la exposición a la luz solar, Radiación UVB que afecta nuestra piel (debido a una serie de complejos mecanismos moleculares) logran la formación de lo que se conoce como previtamina Dque luego se transformará en vitamina D.
Esta hormona ha sido conocida como vitamina del solporque el cuerpo lo obtiene en aproximadamente un 80% gracias a la exposición solar en nuestra superficie cutáneay parece que sólo el 10-20% de su aporte es a través de alimentos o suplementos.
Esta vitamina D es de gran importancia, ya que es necesaria para muchas funciones biológicas del organismo: regula -en su papel de hormona- diferentes procesos en diversos órganos y sistemas, como el sistema musculoesquelético, el sistema inmunológico y el cardiovascular. sistema, entre otros. otros.
Cuando la persona presenta un déficit de niveles adecuados de esta vitamina, pueden aparecer problemas relacionados con el mal funcionamiento de estos órganos y procesos afectados: alteraciones en los huesos (osteoporosis, por ejemplo), riesgo de enfermedades cardiovasculares, problemas inmunológicos y metabólicos, etc.
Aunque todavía necesitamos más estudios para comprender mejor el papel de esta vitamina, parece que ayuda en la absorción y metabolismo del calcio y el fósforo, ambos elementos esenciales para fortalecer y mantener la salud ósea. En concreto, se estima que colabora en la absorción del calcio incrementándola un 30-40% y la del fósforo aproximadamente un 80%, y ayudando a su fijación en los huesos.
La Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) considera saludable combinar una exposición limitada al sol (en verano y primavera Es suficiente si el sol te ilumina piernas, brazos y cara 15 minutos al menos tres veces por semana) y una nutrición adecuada. Los estudios indican que se puede lograr una síntesis adecuada de vitamina D haciendo tareas diarias o caminar al aire libresin necesidad de tomar el sol directamente.
Los expertos recomiendan en Población caucásica general exposición solar diaria de aproximadamente 15 minutos en cara y brazos entre los meses de marzo y octubre.con un factor de protección entre 15 y 30, dependiendo de la latitud y la intensidad de la radiación.
Pero no debemos olvidar que la exposición solar no garantiza un aumento de vitamina D, ya que Influyen factores como el color de la piel, la edad, el sobrepeso y algunas enfermedades. que alteran la capacidad del cuerpo para sintetizarlo.
Fuente: Asociación Española contra el Cáncer (AACC)
Ciencia 384; 6694 DOI: 10.1126/ciencia.adp1309