Francia continuó protestando por la controvertida reforma de pensiones del presidente Emmanuel Macron durante el fin de semana mientras la basura seguía apestando en las calles de París y en otros lugares debido a una huelga indefinida de los limpiadores urbanos.
Una tensa calma volvió a París el sábado después de dos noches de protestas masivas en la capital. Uno de los focos de las manifestaciones fue en la elegante Plaza de la Concorde, donde los manifestantes enojados arrojaron una efigie de Macron a una hoguera entre los vítores de la multitud el viernes por la noche. La policía dispersó a la multitud con gases lacrimógenos y cañones de agua y realizó cientos de arrestos.
Las protestas intentan presionar a los legisladores para que derroquen al gobierno de Macron y rechacen el impopular aumento de la edad de jubilación que intenta imponer sin votación en la Asamblea Nacional el proyecto de ley.
Para el sábado están previstas más movilizaciones en París, así como en las ciudades de Marsella y Nantes, pero se prevé que sean más reducidas que en días anteriores.
En el distrito 12 de París, la basura se amontonaba el sábado a pocos metros de una panadería, y el buen tiempo y el sol aumentaban el hedor. Algunos residentes que compraban su baguette de fin de semana culparon al ejecutivo de Macron.
“El gobierno debería cambiar su posición y escuchar a la gente porque es muy grave lo que está pasando. Y estamos viendo una radicalización”, dijo Isabelle Vergriette, una psicóloga de 64 años. «El gobierno es, en gran medida, responsable de esto».
La alcaldesa del distrito, Emmanuelle Pierre-Marie, expresó su preocupación por las consecuencias de la acumulación de basura, que se ha convertido en un símbolo visual y olfativo de las movilizaciones.
«El desperdicio de alimentos es nuestra prioridad porque es lo que provoca las plagas», dijo Pierre-Marie. “Somos extremadamente sensibles a la situación. En cuanto tengamos un camión de basura disponible, le damos prioridad a los lugares más afectados, como los mercados”.
Hay huelgas previstas para el lunes en muchos sectores, desde el transporte hasta la energía. La autoridad de aviación civil pidió la cancelación del 30% de los vuelos en París-Orly, el segundo aeropuerto de la ciudad, y del 20% de los programados en Marsella.
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