Las exigencias con las que Junts y ERC pueden ‘exprimir’ al nuevo Gobierno de Sánchez

Tras la reelección de Pedro Sánchez Presidente del Gobierno, ahora el nivel político pasa a la siguiente pantalla. Uno en el que los principales protagonistas parecen ser los Partidos independentistas con los que el secretario general del PSOE acordó votar ‘sí’.
La votación ni siquiera se había producido en el Congreso de los Diputados y Junts y ERC ya lo había avisado al líder del Ejecutivo central. La portavoz del partido de Carles Puigdemont, Míriam Nogueras, ya le lanzó la primera advertencia: «Con nosotros no tientes la suerte«.
«En lugar de hacer una lista de la compra, siempre incumplida y nunca satisfecha, queremos hablar del supermercado», ha defendido desde la tribuna, tras considerar que el discurso inicial del presidente del Gobierno no tenía una correlación exacta con «las 1.486 palabras del acuerdo.» «. «En eso, No aparece la palabra dialogo y si aparece la palabra negociación«, llegó a señalar.
Pero las palabras que Nogueras utilizó durante su intervención en la Cámara Baja no son más que el punto de partida de las exigencias que tanto Junts como ERC intentaron recordar e intensificar a los socialistas durante la legislatura.
«Hacer que las cosas realmente cambien»
El portavoz del partido de Carles Puigdemont en el Congreso ha lanzado un aviso a los marineros de que están «para hacer que las cosas cambien de verdad» y «si no hay avances no apoyaremos ninguna iniciativa que presente el Gobierno».
Con las «profundas discrepancias» del acuerdo firmado con el PSOE, Junts pone el foco en la necesidad de empezar a avanzar en algunos de los puntos acordados, como negociar «desde el primer momento» la modificación de la Ley de Financiación de las Comunidades Autónomas ( LOFCA). ).
Una variación para establecer una «cláusula de excepción para Cataluña que reconoce la singularidad en la que se organiza el sistema institucional de la Generalitat». Algo para facilitar «la transferencia del 100% de todos los impuestos pagados en Cataluña», pero que los socialistas no defienden, ya que se centrarán en aplicar medidas que permitan la autonomía financiera y el acceso al mercado, así como un diálogo único sobre la impacto del actual modelo de financiación.
Otro punto es la petición de referéndum en Cataluña, una de las principales demandas del partido de Carles Puigdemont desde el inicio de las negociaciones con el PSOE, pero a la que Ferraz ya respondió de forma bastante contraria en el propio acuerdo.
Mientras la formación independentista asegura que propondrá «la celebración de un referéndum de autodeterminación sobre el futuro político de Cataluña amparado por el artículo 92 de la Constitución», los socialistas optaron por otra vía, defendiendo un «desarrollo amplio, a través de la vía jurídica». mecanismos del Estatuto de 2006, así como el pleno despliegue y respeto de las instituciones de autogobierno y de la singularidad institucional, cultural y lingüística de Cataluña».
Sin duda, un avance importante en la negociación con Junts, ya que abandonó la vía unilateral para recurrir a lanzar la propuesta a través del marco constitucional. De hecho, ERC y Junts rechazaron hace unos días la moción de la CUP de proponer un referéndum al margen de lo que dice la Carta Magna.
Según confirman fuentes conocedoras de la negociación, OkDiarioLas conversaciones comenzarán con la primera reunión con un verificador internacional que ambas partes sostendrán este lunes 20 de noviembre en Ginebra. Una reunión a la que asistiría el número 3 del PSOE, Santos Cerdán, junto a algunos dirigentes de Junts, como el propio Puigdemont.
Coordinación «en qué y cómo»
Es tal la prisa por dejar claro que los acuerdos están para cumplirse que el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, no tardó 24 horas en enviar un mensaje directo a Pedro Sánchez sobre la coordinación que mantienen los dos partidos independentistas. tendrá.
«A diferencia de la pasada legislatura, ERC y Junts no sólo coinciden en el qué, la independencia, sino también en el cómo, la negociación y el diálogo con el Gobierno del PSOE», ha argumentado este viernes en una entrevista el líder del Ejecutivo regional. en Telecinco.
Aragonès habló del estado de las relaciones con el partido de Carles Puigdemont y fue muy tajante: «Si hay acuerdo sobre qué y cómo, estos contactos irán más allá, hacia una coordinación entre las dos fuerzas que espero que sea una realidad muy pronto».
Referéndum y otras cosas.
El otro partido independentista catalán que apoyó a Sánchez en la investidura, ERC, tampoco eludió su turno de palabra para dejar claras algunas de las medidas que deberá cumplir el PSOE durante la legislatura.
Su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, habló de que su partido tiene «capacidad para obligar» al líder socialista a convocar un referéndum en Cataluña. «No os arriesgéis», justificó.
La respuesta de Sánchez fue contundente: «De nada sirve discutir sobre hipótesis que no entran en nuestro ordenamiento jurídico. La Constitución es el marco irrevocable, el diálogo, el método».
El presidente del Gobierno respondió al portavoz de ERC en el Congreso apostando por «seguir trabajando juntos», pero reconociendo que «cualquier solución territorial debe ser jurídicamente viable».
Más allá de «la cuestión del referéndum», Aragonès ya apuntó este viernes que hay dos puntos «fundamentales» en la negociación con el PSOE: «Completar el traspaso de Cercanías y mejorar la financiación para reforzar el Estado del bienestar en Cataluña».
PNV y Bildu, protagonistas en la sombra
Aunque todas las miradas están puestas en los partidos catalanes, hay dos partidos que, siendo protagonistas en la investidura de Sánchez, se han quedado en la sombra de las negociaciones.
Se trata del PNV y Bildu. Ambos grupos también han hablado de la posibilidad de seguir avanzando en Euskadi. Este viernes, el portavoz del PNV en la Cámara Baja, Aitor Esteban, ha hablado de los «próximos hitos a afrontar» en las negociaciones.
Entre ellos se encuentran, según enumeró Esteban, el futuro autogobierno vasco, el reconocimiento de Euskadi como nación, y las transferencias pendientes de traspasar a Euskadi, entre ellas la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, de la que se ha propuesto empezar a hablar. discretamente porque habrá que «ponerlo a punto».
Oskar Matute, portavoz de EH Bildu, explicó también, en una entrevista en Las mañanas de RNE, que «el camino se hace caminando» y que «una vez lograda la investidura lo más difícil será gobernar».
«El Gobierno debe responder al anhelo de reconocimiento nacional de las distintas naciones», ha asegurado, antes de reconocer que su «compromiso» es «abrir el debate sobre el modelo territorial y profundizar en las políticas sociales».
Lo que está claro es que la reelección de Pedro Sánchez no es el final. Es sólo el punto y lo seguirán las conversaciones del PSOE con sus socios de investidura, mientras las exigencias serán constantes en el relato que presentarán los partidos independentistas en las próximas semanas y meses.
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