La población danesa ya recuperó, aunque no olvidó, las imágenes de Federico X, entonces príncipe heredero, y de Genoveva Casanova, que precipitaron la abdicación de Margarita de Dinamarca. Esta vez fue su reina quien causó un nuevo shock en este pequeño reino europeo. La razón, sin embargo, es muy diferente.
Mary, de Dinamarca, ha sido fotografiada relajándose en la playa de Balmoral, a siete kilómetros de Sídney, con algunos amigos. En bañador rosa, con el pelo recogido y comportándose de forma absolutamente natural mientras disfruta de un baño en el mar. Es una de esas escapadas en solitario de las que tanto habla la población danesa. Pese a la ausencia de su marido, su hija Josephine sí la acompañó, un detalle que mitiga cualquier sospecha adicional, aunque aumenta los rumores de una crisis matrimonial.
Madre e hija pasearon en ropa deportiva por las playas de Sídney mostrándose cariñosas y cómplices. Vestido todo de negro, con camiseta de manga larga y pantalón corto, combinado con gafas de sol y gorra azul marino, Intentó pasar desapercibida para aprovechar al máximo la costa antes de emprender el paseo de Brontë a Bondi y visitar «Sculptures by the Sea», la mayor exposición anual de esculturas al aire libre de Australia.
Para la esposa de Federico Es su primer viaje a su país natal desde que asumió el trono danés. aunque se trata de una visita privada y ajena a cualquier acto o gesto protocolario. Ha pasado un año desde que Federico de Dinamarca paseara de noche por las calles de Madrid acompañado de la mexicana Genoveva Casanova, mientras su esposa se encontraba en Nueva York cumpliendo con su agenda de trabajo. Apenas unas semanas después viajó, también en privado y en solitario, a Tasmania, un gesto que hizo saltar las alarmas en la Casa Real.
No está claro si el resto de su familia finalmente se unió a la reina en su viaje a Australia. Parece poco probable teniendo en cuenta que el rey Federico fue fotografiado inaugurando un edificio en la Universidad de Copenhague. Tras el escándalo de Madrid, Federico y Mary, que llevan 20 años casados, intentan guardar las apariencias, pero no pueden ocultar su gélido lenguaje corporal durante sus apariciones públicas.