Tratar a pacientes con diferentes neoplasias malignas es un reto que todas las sociedades científicas, médicas o farmacéuticas quieren alcanzar. Aunque es una tarea complicada, cada vez existen más tratamientos para abordar esta enfermedad. Uno de ellos son los CARRO, algunas terapias conocidas como el ‘caballo de Troya’ para tratar cáncer de sangre, pero no está disponible en muchos países europeos.
El Linfomas no Hodgkin de células B Son cánceres de la sangre de los que se han identificado más de 25 subtipos, como el linfoma difuso de células B grandes (DLBCL), el linfoma folicular (FL) o el linfoma de células del manto (MCL). Estos tumores afectan a los linfocitos B, un tipo de glóbulo blanco encargado de proteger al organismo frente a infecciones.
Para intentar garantizar la equidad en el acceso a esta innovadora terapia y fortalecer los circuitos logísticos y organizativos en España, la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) ha editado y puesto en marcha una guía de recomendaciones, con la colaboración de Gilead-Kite.
Difícil acceso a terapias
En diferentes países europeos se ha comprobado que un porcentaje significativo de pacientes con cáncer de la sangre candidatos a la terapia CAR-T finalmente no la reciben. Entre las causas de esto falta de acceso al tratamiento Existen comorbilidades, el estado clínico del paciente y el retraso que sufren los pacientes en el proceso de detección y derivación.
En el caso concreto de España, una encuesta realizada entre más de 70 hematólogos españoles revela que el 67% de ellos conoce bien los procesos de derivación, aunque persisten las dudas en centros no cualificados.
Para Armando López-Guillermo, presidente electo de la SEHH y del Comité Científico del Grupo Español de Linfomas y Trasplante Autólogo de Médula Ósea, la terapia CAR-T ha supuesto «una auténtica revolución» en el tratamiento de linfomas. Esta guía busca facilitar un consenso que permita a los centros de referencia CAR-T y los centros de infusión coordinarse de manera eficiente y garantizar un “acceso rápido y equitativo”.
Por su parte, Mariana Bastos Oreiro, hematóloga del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de Madrid, y coordinadora del Subcomité de Linfomas Agresivos de GELTAMO, ha destacado la importancia de las herramientas de consenso. Así, ha asegurado que se ha trabajado para reflejar «las necesidades de cada comunidad autónoma», asegurando quee la guía es aplicable a nivel nacional, ya que, señaló, es fundamental anticiparse “en el manejo de pacientes de alto riesgo” para evitar retrasos y maximizar el impacto de la terapia CAR-T.
Leyre Bento de Miguel, hematóloga del Hospital Universitario Son Espases, de Palma de Mallorca, y secretaria del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético y Terapia Celular, ha destacado que «la formación continua y la comunicación fluida» entre los centros son fundamentales. En hospitales más pequeños, propuso, los comités de linfoma pueden confiar en los centros CAR-T para acordar estrategias terapéuticas y garantizar «la mejor atención posible a estos pacientes».
Un logro de la hematología y la inmunología
El tratamiento CAR-T es una terapia avanzada desarrollada en los campos de hematología e inmunología. Su tratamiento es complejo. Los especialistas deben extraer algunas de las células inmunitarias del propio paciente, llamadas linfocitos T. Estos se modifican genéticamente en el laboratorio y luego se reintroducen en el mismo paciente para atacar las células cancerosas.
De momento, han demostrado una alta eficacia contra algún tipo específico de leucemia aguda y linfomas no Hodgkin de células B. Ahora, queda pendiente su utilidad frente a tumores solidos y algunas enfermedades autoinmunes.
Los expertos han destacado tres aspectos fundamentales de la guía: la presentación de algoritmos claros para evaluar y derivar pacientes de centros no cualificados; Se establecen criterios específicos para la terapia CAR-T en linfomas no Hodgkin de células B, como DLBCL, linfoma mediastínico primario, FL y MCL; y se recomienda formación continua, consenso multidisciplinar en comités de linfoma y apoyo administrativo como puntos fundamentales para la implementación efectiva de la terapia.
El desafío de la equidad
Pese a los avances, hay comunidades autónomas que dependen de centros CAR-T en regiones vecinas. Aunque el acceso ha mejorado con la expansión a 25 centros acreditados en 2022, sigue siendo un desafío en zonas rurales o con menos infraestructura.
La guía es un paso clave para garantizar que «ningún paciente se quede atrás», comentó el doctor Bento de Miguel, quien también afirmó que es necesario seguir «optimizando procesos y explorar nuevas herramientas terapéuticas».
Con esta guía lo único que buscan es que España sea un referente en el manejo de la terapia CAR-T. Además, la guía aborda los introducción de terapias complementarias, como los anticuerpos biespecíficos, que amplían “las opciones para los pacientes con recaída tardía”, concluye el doctor López-Guillermo.