Los expertos advierten: la presencia de medusas irá en aumento debido al aumento de la temperatura del mar y la desaparición de sus depredadores.
Los grupos más vulnerables a sus picaduras son los niños, los ancianos y las mujeres embarazadas. Pero si hay algo que temer, es una posible reacción tóxica a su veneno. “No son frecuentes, pero sí les pasa a personas que se han vuelto alérgicas por una picadura anterior”, explica el experto. «La reacción puede provocar un sarpullido general, problemas respiratorios o incluso un shock anafiláctico», explica.
En cualquier caso, la aplicación indica cómo actuar ante una picadura de medusa, algo que recuerda el Dr. Pascual: “lavar siempre con agua de mar sin frotar. Si es posible aplicar una solución al 50% de bicarbonato y agua de mar y luego quitar los tentáculos, que a veces no se ven, sin raspar ni apretar, se va bien con una tarjeta de plástico. Entonces podemos aplicar hielo sin contacto directo porque el agua dulce no es buena”, explica.
Para el dolor: “una pomada o gel de lidocaína y antihistamínico por vía oral, porque en crema no es tan eficaz, y si hay inflamación, corticoides”. En caso de infección, se actúa de la misma manera que con una quemadura y se debe aplicar alcohol yodado sobre la herida. “Si tienen escalofríos, mareos, fiebre o hinchazón, deben acudir a urgencias y visitar a un alergólogo”.