El rendimiento de la deuda estadounidense a 10 años se aleja progresivamente de los niveles registrados tras la victoria de Donald Trump. El bono con vencimiento en 2034 ronda el 4,24%, frente al 4,5% que alcanzó tras las elecciones. A la espera de ver si las promesas de expansión fiscal se hacen realidad, los analistas se preparan para un contexto en el que los niveles de deuda y déficit seguirán siendo elevados. Aunque la economía estadounidense, a diferencia de la de otros países como Francia y Alemania, sigue creciendo a buen ritmo, la Reserva Federal citó la sostenibilidad de la deuda estadounidense como la mayor preocupación. Los analistas de Pimco preparan sus estrategias para 2025. Con la vista puesta en una mayor expansión fiscal y un recorte de tipos más moderado de lo que descuenta el mercado, los estrategas de la mayor gestora de renta fija optan por la deuda de tamaño medio. y a corto plazo, diversificación global y apuesta por deuda de mayor calidad. Estas son las tres reglas de oro que regirán la inversión de Pimco para los próximos meses:
deuda a corto plazo
Marc Seidner, jefe de estrategias no tradicionales, y Pramol Dhawan, gestor de cartera, favorecen los bonos a corto y medio plazo. «Esperamos que la curva de rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense se profundice, impulsada en parte por el deterioro de la dinámica del déficit», señalan. Es decir, creen que los rendimientos de la deuda a más largo plazo seguirán bajo presión. Esta idea es compartida por el consenso del mercado que en los días posteriores a la victoria de Trump revisaron al alza sus proyecciones y veían el bono estadounidense al 5% en el medio plazo.
Mientras que la deuda a corto plazo está impulsada por expectativas de tasas más bajas, los bonos con vencimientos más largos están influenciados por las perspectivas de inflación, crecimiento económico y la posibilidad de que Estados Unidos aumente la emisión de deuda para financiar un déficit que, según la Oficina de Presupuesto del Congreso ( CBO), se mantendrá por encima del 6% del PIB en los próximos años. “Hemos estado reduciendo las asignaciones a bonos a más largo plazo, que nos parecen relativamente menos atractivos. “Preferimos vencimientos cortos e intermedios, donde los inversores puedan encontrar rentabilidades atractivas sin asumir un mayor riesgo de tipos de interés”, destaca la firma.
Diversificación global
En un entorno en el que la política monetaria estadounidense sigue siendo una de las mayores incertidumbres, Pimco cree que la mejor manera de protegerse de futuros ajustes a las expectativas de recorte de tipos es diversificar. A diferencia de la deuda estadounidense, ven los bonos del Reino Unido y Australia como una opción atractiva porque su situación fiscal es más estable. “También se enfrentan a mayores riesgos económicos, lo que puede beneficiar a los inversores en renta fija”, destacan.
La diversificación no se refiere sólo a las nacionalidades, sino también a los vencimientos. Si bien la apuesta por la deuda soberana estadounidense se centra en los vencimientos a corto plazo, en Europa las opciones más atractivas son los vencimientos a largo plazo porque el impulso del crecimiento está estancado y las respuestas fiscales siguen siendo limitadas. Un ejemplo de esto es Francia. Sus finanzas públicas presentan grandes desequilibrios con un déficit que se espera que supere el 6% este año, lejos del máximo del 3% establecido por las normas fiscales de la UE. A esto se suman los elevados niveles de endeudamiento de la mayor parte de la región. Salvo Alemania, el resto de países tienen un ratio deuda/PIB alejado del 60% que marcan los tratados europeos.
Mayor calidad crediticia
El aumento de los niveles de deuda es la gran amenaza para la calidad crediticia de empresas y gobiernos. Aunque el riesgo de insolvencia es limitado y las empresas han fortalecido sus balances, Pimco prefiere otorgar préstamos a empresas de mayor calidad tanto en los mercados públicos como en los privados.