Entrevistado como parte del programa “Moscú. Kremlin. Putin”, el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia hizo un balance del año 2022 en lo que respecta a las relaciones internacionales y marcó el rumbo de Rusia para los años venideros.
Durante una entrevista emitida este 25 de diciembre en el programa “Moscú. Kremlin. Putin”, en el canal público Rossiya 1, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, volvió al año 2022 y realizó un balance de la política exterior rusa que lidera su ministerio.
Refiriéndose principalmente al lanzamiento, en febrero pasado, y al desarrollo de la operación militar en Ucrania y sus consecuencias en el escenario internacional, el jefe de la diplomacia rusa destacó, según él, un contexto que permitió conducir a una «situación aclarada […] de manera clara e irreversible» sobre la dinámica de las relaciones internacionales.
Lavrov acusa a Occidente de querer ‘evitar que Rusia participe en los asuntos internacionales’ y marca el rumbo para los próximos años
Según Sergey Lavrov, «la principal conclusión» del año 2022 es la de destacar los «diseños» y «proyectos de diferentes actores internacionales», así como «aquellos que son capaces de negociar y aquellos […] que, a partir de ahora, ya no son dignos de «confianza».
«Este es el resultado de una política occidental constante y de larga data de hacer que Ucrania sea ‘antirrusa’, todo con un objetivo principal, que es evitar que Rusia participe en los asuntos internacionales como un jugador independiente, poderoso y cada vez más influyente». añadió.
También según él, en 2022 hubo “una revelación para la gran mayoría del mundo”, empujando a Rusia a basar ahora su “política exterior solo en alianzas que han demostrado estar formadas por personas que pueden negociar, que mantienen su palabra y que no busquen obtener resultados a su favor a costa de los intereses de los demás”.
Además, Sergei Lavrov también subrayó un «proceso histórico» que tiende a materializarse y que será «un largo período histórico de transición hacia una verdadera multipolaridad», señalando que Occidente «resistirá fuertemente» esta redefinición del orden global.
“El equilibrio de intereses es nuestro credo. Nuestra política exterior se basa en este principio. Solo este enfoque tiene perspectivas en la vida internacional”, concluyó.
