Los ayuntamientos de toda España pronto cobrarán un «impuesto a la basura» que refleja el coste de la recogida de residuos en pueblos y ciudades. El impuesto, o la tasa de basura como se le conoce en español, debe ser introducido por los gobiernos locales a más tardar el 8 de abril de 2025.
Sin embargo, no todos están contentos con la implementación de la regla y todavía existe cierta confusión sobre cómo hacerlo exactamente.
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Según el BOE oficial del Gobierno: la ley “por primera vez… incluye expresamente la obligación para las entidades locales de disponer de una tasa o, en su caso, de una prestación económica pública no tributaria, diferenciada y específica de los servicios que deben prestar establecer en relación con los residuos bajo su jurisdicción, tarifas que tiendan al pago por generación”.
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Esto presenta un desafío para algunos ayuntamientos porque el nuevo cargo debe separarse de los impuestos municipales preexistentes que cubren la recolección de residuos.
La ley se basa en la legislación europea y aplica el principio de «quien contamina paga», lo que significa que, en teoría, los residentes locales (y en algunos casos los ayuntamientos, en el caso de los residuos que no se pueden reciclar) deberían pagar en función de su desperdicio.
No está claro si las autoridades locales harán cumplir esto y cómo exactamente. Algunos medios españoles sugieren que incluso se podría pesar el residuo antes de depositarlo.
La ‘Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una economía circular’, como le da nombre, fue aprobada por el gobierno español allá por abril de 2022 y entró oficialmente en vigor el año pasado. La ley concedió a los ayuntamientos un período de gracia de tres años para empezar a aplicar el «impuesto a la basura».
Sin embargo, muchos ayuntamientos aún no están seguros de las propuestas. Los alcaldes de los municipios madrileños de Alcorcón, Ciempozuelos, Fuentidueña de Tajo y Parla, entre otros, presentaron recientemente una propuesta conjunta a la Federación de Municipios de Madrid (FMM) para ‘homogeneizar’ este impuesto y tenerlo a tanto alzado.
Algunos ayuntamientos ya están cobrando la tasa. Otros cobran una parte, pero no el importe total, para cubrir la recogida y el tratamiento de residuos, mientras que algunos dicen que las tarifas ya están cubiertas por otros impuestos municipales preexistentes.
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Jorge Anento, subdirector de Imedes, empresa de consultoría medioambiental con sede en Valencia, explicó levante que las tasas de recogida de residuos ya están integradas en otras facturas, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (conocido como IBI en España), y que la nueva tasa dependerá en teoría de la cantidad de basura generada. «Ahora tendrá que ser exclusivo… si generas 100€, pagarás esa cantidad, tiene que ser justo», afirmó.
La ley también obliga a las empresas que utilizan plástico no reutilizable a pagar un impuesto adicional de 44 céntimos por kilogramo, y los vertederos y centros de incineración se verán afectados por un nuevo impuesto que podría oscilar entre 1,50 y 40 euros por tonelada métrica.
«Todo lo que el ayuntamiento no pueda separar y tratar adecuadamente y tenga que ir a vertedero, se cobrará 30 euros por tonelada, que se gestionará a través del Ministerio de Hacienda, que lo repercutirá a cada ayuntamiento», indica Anento.
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