El Ministerio de Sanidad ha empezado a negociar con los médicos sobre sus nuevas condiciones laborales con mal pie. El primer texto del anteproyecto de ley del Estatuto Marco que el departamento que dirige Mónica García presentó a los representantes de los gremios médicos ha desencadenado una amenaza de «movilizaciones y medidas de enfrentamiento» por parte de los profesionales, que enviaron este jueves un comunicado conjunto firmado por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), que incluye organizaciones de 14 comunidades y otros sindicatos autonómicos de Andalucía (SMA), Madrid (Amyts), Cataluña (MC), Euskadi (SME) o Galicia, entre otros.
Los médicos se han alzado contra un borrador del Ministerio, a pesar de que aún se encuentra en negociaciones iniciales, que consideran un “ataque a la profesión porque deja al médico completamente desatendido con las propuestas que se hacen en materia de jornada laboral, reclasificación profesional y el régimen de incompatibilidad”, dicen.
En el comunicado se quejan de que, en el caso de las dos primeras cuestiones, se han dejado de lado sus peticiones en reuniones de trabajo anteriores para recaudar las cotizaciones y exigen, como «única solución», que sus condiciones se regulen por separado en un Estatuto. de la Profesión Médica. La reforma del Estatuto Marco que se está negociando abarca a todos los profesionales sanitarios y no sólo a los médicos. “El Sistema Nacional de Salud es de los pacientes y ellos son atendidos por profesionales de todas las categorías”, dijo la ministra Mónica García en rueda de prensa tras la primera reunión para discutir el borrador, celebrada este miércoles.
Según estos sindicatos, el texto elaborado por el equipo de Mónica García –avanzado por Editorial Médica días antes y que ha enfadado aún más a los sindicatos– “empeora la actual norma sobre jornada de trabajo” pese a que incluye la reducción de las jornadas de 24 horas. turnos. a las 5 de la tarde «No elimina la obligación de realizarlas, no computan como tiempo trabajado para la jubilación o la remuneración sigue siendo inferior a la hora ordinaria», señala el comunicado, en el que también se precisa que las horas del post- Hay que recuperar el turno de guardia, como hasta ahora, pese a que la ministra ha negado este punto y ha anunciado que se volverá a redactar. También protestan que, en la reclasificación profesional, se incluya a los médicos (A1) con “otras categorías que requieren formación con menos créditos, sin aumento salarial alguno”.
Otro frente abierto tiene que ver con la intención de Sanidad de incluir un régimen de incompatibilidades más «rígido» que el actual para los cargos intermedios y suplentes en el primer lustro tras el MIR. «Aunque los sindicatos presentes en la zona indicaron que no toleraríamos un aumento de las situaciones de incompatibilidad y pidieron, de hecho, que en aquellas comunidades autónomas que mantenían el complemento específico se eliminara, el proyecto recoge esta incompatibilidad para los jefes de servicio y apartado relativo a la sanidad privada, y también para los diputados en los primeros cinco años de trabajo en el sistema público respecto a la actividad privada, ¿no es evidente la inevitable pérdida de talento y experiencia que esto significará para el sistema público? señalan.
El tono es muy distinto al utilizado este miércoles por la ministra de Sanidad, una vez concluida la primera reunión con los sindicatos. «La única receta es el diálogo y estoy muy satisfecha con el tono en el que se ha llevado la conversación», dijo García en rueda de prensa posterior a la reunión, aunque advirtió que el Ministerio «no ha venido a mantener el status quo». .
La ministra defendió que el nuevo texto aporta «estabilidad en el trabajo» y «reconoce por primera vez la figura del investigador». Respecto a las guardias, hay un punto de fricción cuando el borrador “si hay necesidades asistenciales” permite ampliar las guardias por más horas. «Es cierto que hay que dar margen a las 17.00 horas, pero trabajarán para dejar claro que estas necesidades de asistencia no son una vía de escape», aseguró García.