Faltan pocas semanas para que llegue la Navidad, y con el inicio del mes de diciembre, muchos lugares ya han encendido las luces navideñas en sus calles. El momento también ha llegado en Mónaco, donde la familia real ha sido, un año más, la encargada de dar el pistoletazo de salida a la época más especial del año. Alberto y la princesa Charlene observaron con gran orgullo cómo sus hijos, los gemelos Jacques y Gabriella, protagonizaban el momento de iluminación.
Si algo caracteriza a los pequeños es su simpatía y complicidad, algo que han demostrado en cada una de sus apariciones públicas de los últimos años. El príncipe y la princesa, que el próximo 10 de diciembre cumplirán 10 años, fueron los encargados este sábado de pulsar el botón dorado que encendió las luces que decorarán Mónaco durante las próximas semanas.
Los pequeños estuvieron acompañados por sus padres y también por el alcalde Stéphane Valeri, expresidente del Consejo Nacional de Mónaco, y Didier Guillaume, actual ministro de Estado. Todos ellos se trasladaron desde la Place du Palais hasta la Place du Casino, donde se ha instalado un imponente abeto de 18 metros, decorado con motivos navideños. En el recinto también podrás ver enormes bolas de nieve con luces que cuentan una pequeña historia.
El heredero al trono monegasco y su hermana estaban muy sonrientes, y se pudo comprobar cómo ambos disfrutaron de la experiencia. Y es que la Navidad es una de las épocas del año más especiales para los más pequeños.
Desde que llegaron al mundo en 2014, Charlene ha presumido muchas veces de sus pequeños. La ex nadadora ha compartido en las redes sociales en varias ocasiones fotografías con los mensajes más cariñosos para sus hijos. Si algo han demostrado los gemelos es la relación de complicidad con sus padres y el saber hacer que han heredado de ellos.