Los propietarios ganan una batalla de 22 años por la compra forzosa de una finca en la Mallorca española
UN JUZGADO ha ordenado al Ayuntamiento de Palma que devuelva a sus propietarios una finca dañada tras ser expropiada en 2001 para construir en el solar cinco plantas de vivienda social.
No se ha llevado a cabo ninguna conversión ni construcción y el tribunal ha ordenado al ayuntamiento que pague a los propietarios más de 60.000 € en compensación por los daños causados al edificio durante sus años de control.
La finca estaba incluida en los planes de reforma de la zona de sa Calatrava y la propiedad de 155 m2 en la calle Bastio d’en Berard fue adquirida por un matrimonio alemán en 1995 que no vivía allí pero la alquilaba.
Los propietarios iniciaron acciones judiciales por el precio de compra forzosa de poco menos de 60.000 € y se opusieron en principio a la expropiación.
Perdieron en ambos casos, pero los planes para desarrollar el sitio no se materializaron.
El edificio fue destrozado y ocupado por ocupantes ilegales y su estado se deterioró tanto que se derrumbó parcialmente y el ayuntamiento de Palma anunció planes para derribarlo el año pasado.
Dijeron que su condición se debió a una serie de pruebas realizadas para un estudio arqueológico antes del inicio de la construcción del sitio inexistente.
Desde 2010, la pareja comenzó a luchar para recuperar la finca, afirmando que el período máximo para que una autoridad use una propiedad expropiada había superado con creces la fecha de vencimiento de cinco años.
El Ayuntamiento de Palma rechazó todos sus argumentos y solicitudes, y el asunto terminó en los tribunales, que fallaron a favor de los propietarios.
La sentencia judicial dijo: “Después de 18 años, no se ha realizado la obra o servicio por el cual se acometió la expropiación”.
Ordenó el pago de la indemnización de 60.000 euros, pero el Ayuntamiento de Palma aún puede recurrir la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia.
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