Los taxistas legales se unen para luchar contra los ‘piratas’ sin licencia que recogen pasajeros en el Aeropuerto de Málaga
Viernes, 20 de septiembre de 2024, 14:48
El aeropuerto es el territorio más rentable para los taxistas de Málaga. El flujo constante de turistas que llegan a la ciudad es una parte importante de su negocio, sobre todo en verano, coincidiendo con la temporada alta. Un viaje desde el aeropuerto a lugares como Marbella, Granada, Algeciras, Gibraltar o incluso Sevilla es un negocio lucrativo. Desde hace tiempo, los taxistas tienen que convivir con los ‘piratas’ que merodean el aeropuerto: conductores sin licencia que intentan hacer fortuna en la terminal de salidas, donde intentan atraer a los turistas. Casi siempre se hacen pasar por taxistas oficiales y se aprovechan de que muchos extranjeros desconocen el funcionamiento de este servicio público.
Cansados de esta situación, tras ver cómo desde hacía tiempo perdían clientes a diario, los taxistas decidieron organizarse para frenar a estos piratas. Con este objetivo nació Infotaxi AGP. Formados en grupos de cinco o seis, divididos en tres turnos que cubren todo el aeropuerto, se desplazan hasta la puerta de la terminal, donde los piratas solían recoger a los turistas, y avisan a la gente de que están a punto de aceptar un servicio ilegal. “La mayoría ni siquiera son conscientes y enseguida nos agradecen nuestro trabajo. Les indicamos dónde están los taxis oficiales”, explica Santiago Marín, el taxista que ideó la iniciativa. Tras dos semanas de funcionamiento, el balance es muy positivo. “Hemos conseguido desplazar a los piratas y estamos impidiendo de forma bastante eficaz que atraigan turistas”, añade Marín.
La consecuencia directa de esta iniciativa ha sido un aumento de la tensión entre ambos bandos. Según el relato de los taxistas, al percibir que su negocio corre peligro, los piratas se han vuelto más agresivos: amenazas, insultos e intentos de intimidación. “Incluso me han perseguido hasta mi casa”, afirmó.
Los empleados del taxi denuncian que los ‘piratas’ los amenazan e incluso los persiguen hasta sus casas para intimidarlos
Testimonios como el de Santiago Marín hay muchos, aunque la mayoría no quiere que se revele su nombre completo. “No les tengo miedo, pero tampoco quiero que sepan mi apellido”, explica José, un taxista que siguió en este oficio tras la jubilación de su padre y que confirma la eficacia de la labor de Infotaxi AGP. “Hasta ahora, estabas en la cola y si veías a uno de estos piratas intentabas decirle que lo que estaba haciendo era ilegal, pero no podías hacer mucho más. Tenías que volver corriendo a tu taxi, que estaba en la cola”, afirma.
Ahora, cuando los taxistas se organizan en un cuadrante de turnos que abarca toda la jornada, ven por primera vez cómo les quitan trabajo a los taxistas piratas. “Luego compensan a los compañeros con horas extras en el aeropuerto”, añade. La palabra ‘piratas’ es un eufemismo para Jesús. “Yo diría que son mafiosos. Nos persiguen hasta nuestras casas para intimidarnos. Son métodos mafiosos. Están muy enfadados porque les quitamos lo que es nuestro”, afirma.
Mala imagen
Además de la competencia desleal que supone esta práctica, los taxistas denuncian la mala imagen que ofrece de cara al turista. Si la puerta de entrada a la Costa del Sol es el aeropuerto, la primera experiencia que muchos tienen es la de sentirse estafados. Las tarifas de los taxis son fijas. Los ‘piratas’, en función del idioma que hable el pasajero, modifican lo que van a cobrar. El taxímetro no existe y eso supone vía libre a la arbitrariedad.
Vanessa es otra de las taxistas que se ha sumado a este grupo de vigilantes, o grupo de información, como ella prefiere llamarlo. “Hasta ahora, andaban por libre, recogían a los turistas sin que nadie hiciera nada. Antes llamábamos a la Policía Local, pero nos decían que no podían hacer nada si no atrapaban a los conductores piratas cuando subían a alguien a bordo”, explica.
Marín se muestra orgulloso de cómo han transcurrido las primeras semanas, aunque reconoce que los ‘piratas’ “se han vuelto más agresivos”. Para evitar caer en provocaciones, el grupo Infotaxi AGP ha elaborado un código de buenas prácticas. “Pase lo que pase, no incurrimos en provocaciones ni en violencia física. Es lo que quieren. Cuando vemos que la cosa va a más, llamamos a la policía”, afirma.