Fue precisamente entonces cuando la estrella recurrió a una vecina suya que estaba atendiendo el asunto. Pero Ángel Cristo no se fiaba de él: «Esta persona habla con la mano derecha del rey eméritocon Manolo, y lo lleva a su tierra. Le dijo que le daría la misma cantidad pero le pasaria unos tacones que están marcados y provienen del ventas internacionales de armas. Estos talones son perseguidos por Interpol, si alguien los recoge se supone que sería detenido y terminaría en la cárcel.»
Este último no sólo lo escucha Ángel Cristo, sino también lo graba y se lo pone a su madre: “Las hijas de este señor eran amigas de Ángel y él entró a esa casa. Colocó algunos micrófonos. La casa de Bárbara era una rama de la casa del espía y había equipo de espionaje por todas partes. Escucha esas conversaciones desde un parque frente a la casa, las graba y con eso evita que su madre acabe en la cárcel.
Paloma Barrientoscolaboradora de ‘TardeAR’, señaló que «Bárbara Rey tenía línea directa con Sabino Fernández Campos. Después de años, el rey tuvo un problema y Sabino lo solucionó. En este caso, Sabino fue todo y contactó a Bárbara». Por su parte, Luis Pliego alegó que «en el momento en que Sabino conozca las intenciones de Bárbara, dejó de contestar el teléfono.»