La centenaria empresa textil Marie Claire se queda sin oferta para vender su planta de producción en Vilafranca (Castellón), cerrada desde junio. El grupo inversor madrileño C2 Private Capital ha retirado la propuesta presentada ante el juzgado mercantil para retomar la actividad de la empresa y que incluía la compra íntegra de la unidad productiva con sede en esta localidad de 2.200 habitantes del interior de Castellón y el mantenimiento de la plantilla de cien trabajadores, cubiertos por un ERTE que acaba de prorrogarse hasta junio.
La oferta de C2 Private Capital descartaba asumir la deuda de 38 millones de euros, 24 de los cuales corresponden al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). Este ha sido el principal motivo de fricciones entre el grupo inversor y los acreedores, han apuntado fuentes cercanas a la operación de compra, y el punto de no retorno que ha impedido que la adquisición de Marie Claire tenga éxito.
«Para determinados actores la oferta es insuficiente, pero el grupo inversor ha hecho todos los esfuerzos posibles, y así lo ha comunicado en todo momento», han apuntado las mismas fuentes. Así, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, calificó la oferta de compra de “insuficiente para la excelencia del futuro de Marie Claire que queremos”, hace unos días. En la misma línea se pronunció la ministra de Hacienda, Economía y Administraciones Públicas, Ruth Merino, al considerar “escasos” los 250.000 euros ofrecidos por el grupo interesado en la compra.

La negativa a asumir la deuda -una losa para la reactivación de la actividad y el mantenimiento del empleo, que «eran los objetivos de la oferta», afirman los cercanos a C2 Private Capital- ha pesado sobre la falta de acuerdo dentro de las negociaciones mantenidas entre al inversor y a los acreedores, y ha dado lugar a la presentación de alegaciones en contra de la propuesta. Así lo ha hecho el IVF, según confirman desde el Ministerio de Hacienda, y también otras entidades como la Seguridad Social.
Con todo, Marie Claire, especializada en la confección de medias desde su fundación en 1907, vuelve al punto de partida tras encadenar dos propuestas de compra para retomar su actividad en poco más de un mes. A principios de febrero, el administrador concursal informó al comité de empresa de la existencia de un acuerdo de compra con una firma vinculada al sector textil que permitiría reactivar la planta productiva de Vilafranca, aunque finalmente no prosperó al ser descartado por el propio administrador concursal. Después tomó el relevo C2 Private Capital, un fondo español con sede en Madrid con múltiples inversiones en diferentes sectores, desde la construcción al sector agroalimentario o el más reciente campo del textil. El 8 de abril vencía el plazo para que el tribunal autorizara o no la oferta de C2 Private Capital, que ampliaba la compra a toda la planta productiva, incluyendo trabajadores, maquinaria, instalaciones y marca.
La decisión de retirar la propuesta se tomó la semana pasada, días antes de que expirara el plazo legal. “Ante la opinión desfavorable que había, mantener la oferta en los tribunales habría supuesto perder tiempo e impedir la entrada de otro posible inversor, perjudicando aún más a los trabajadores”, explicaron las mismas fuentes.
Trabajadores que han recibido la noticia «como un balde de agua fría» y «prácticamente de forma extraoficial, porque aquí todo el mundo se ha escondido», critican desde el comité de empresa de Marie Claire. Hasta esta tarde, el grupo inversor no ha comunicado «vía WhatsApp» que se retira. Tampoco, dicen, el administrador concursal lo ha transferido todavía. La semana pasada el comité mantuvo una reunión de seguimiento con él y en ella «nos expresó su preocupación porque el inversionista tenía que entregar al juzgado documentación que acreditara su solvencia y como se acercaban días festivos no sabía si llegaría el día tiempo, pero también nos dijo «Fue un trámite fácil de solucionar, pero nada más».
“La gente está molesta; Es sangriento, fue el último tren que pasó”, dicen los representantes sindicales. Lamentan la «poca implicación de las administraciones» y critican que las declaraciones de Mazón y Merino «diciendo que la oferta era insuficiente y que estaban trabajando en otras propuestas más viables» hayan «espantado al único inversor que había». “Si tienen mejores alternativas, que las presenten”, sostienen.
“Nos sentimos usados, y abandonados, porque se han creado falsas expectativas; El futuro de Vilafranca es oscuro, y el de los 100 trabajadores que quedan también”.
Marie Claire fue adquirida en abril de 2021 por la empresa Think Textil, que tiene a Inditex como principal cliente, en una operación garantizada por IVF a través de un plan de financiación para luchar contra la despoblación. El ajuste supuso el cierre de la planta logística ubicada en el municipio de Borriol, también en Castellón, y la concentración de la actividad en las instalaciones de Vilafranca.
En junio de 2022, la compañía formalizó con la Generalitat una operación de financiación por valor de 12 millones de euros aprobada en el marco del Fondo Valenciano de Resiliencia para empresas estratégicas afectadas por la crisis.
El frenazo de la demanda por la pandemia y la crisis logística y de materias primas aceleraron el declive de la industria textil y su incapacidad para recuperar y devolver la financiación. El cierre se produjo en junio de 2023. Marie Claire, la última gran industria de la comarca rural de Els Ports, en el interior de Castellón, paró máquinas tras 116 años de historia. 190 de los casi 300 empleados de la empresa fueron despedidos. El resto permanece en ERTE.
Desde entonces la fábrica ha estado inactiva. Allí sólo permanece personal de seguridad para labores de vigilancia, y entre tres y cuatro empleados encargados de emitir los pedidos ya preparados en el almacén.
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