“En mi familia la política era no castrar los libros, entonces cuando tenía 8 años ya dejé de hacerlo. Señora Bovary”, dice Marjorie Eljach (Barranquilla, Colombia, 53 años). Fueron otras literaturas las que le acercaron al gótico, como Cumbres borrascosas o realismo mágico; Al fin y al cabo, nació en la ciudad donde despegó Gabriel García Márquez. “En esa literatura caribeña siempre conviven los vivos y los muertos”. Estudió literatura en la Universidad Javierana de Bogotá y fue profesora, allá en Barranquilla, en la Universidad del Norte. Sus clases eran los viernes de 7 a 9 de la mañana, por lo que tenía que darles a los estudiantes algo que realmente los involucrara: recurrió a Poe y Lovecraft. Y la cosa era infalible.
Ya en España, hace 16 años, fundó la Semana Gótica de Madrid, que evolucionó hasta convertirse en algo más amplio, el Festival Sui Generis, que incluye también terror, ciencia ficción, fantasía y todo tipo de géneros especulativos. Este año, entre otras cosas, se habla de dragones, vampiros, goliardos medievales o Godzilla. Eljach lo recibe en el Museo del Romanticismo de Madrid, donde se desarrollan parte de las actividades (la literatura romántica es otro de los géneros fundamentales). Viste de negro, por supuesto, pero su personaje no es lánguido y muerto, como cabría esperar, sino todo lo contrario. Será genética caribeña.
Preguntar. Pero ¿qué es el gótico?
Respuesta. Familias con maldiciones, castillos con sótanos donde suenan cadenas, fantasmas, casas misteriosas y solitarias, atmósfera victoriana. Personajes oscuros que cargan con una tragedia. El periodo de la literatura gótica es muy corto, luego vienen las victorianas y en el postgótico se crean otros personajes, como el Drácula de Bram Stoker, vampiros… Y ahora hay hibridaciones, por ejemplo, una novela cyberpunk o de ciencia ficción con tintes góticos. Mariana Enríquez mezcla el terror gótico con un realismo fantástico.
P. ¿Por qué nos gusta la oscuridad?
r. Hay un término alemán que es unheimlichlo desconocido: todo lo que está lejos de tu vida cotidiana te resulta atractivo. Por otro lado, está la curiosidad, ¿qué hay más allá? ¿Qué puede sorprenderme? Y la adrenalina. Tengo una amiga, profesora de literatura, que lee novelas góticas para prepararse para las clases: luego por la noche no puede ir al baño porque tiene miedo. Le digo que enseñe realismo latinoamericano de los años sesenta o algo así. Pero hay una adrenalina que nos lleva a lo desconocido.
P. ¿Qué buscamos allí?
r. Algo de trascendencia. Si encuentro algo extraordinario, eso significa algo, se abren muchas posibilidades.
P. ¿La subcultura gótica?
r. Eso tiene más que ver con la música. Juan Carlos Somolinos, subdirector del festival, dice que si el punk es el Mierda (Que te jodan), el rock gótico es el estoy jodido (Estoy jodido): el mundo me duele, no me gusta, busco otra cosa. Las miradas de los nuevos románticos regresan al siglo XIX. XIX, a la melancolía, al desmayo, al desbordamiento del amor.
P. Ahora han vuelto The Cure, sacerdotes góticos, pero el gótico es muy variado musicalmente.
r. No hay pureza musical gótica, quizás, como también dice Juan, el rock gótico más esencial sea Sisters of Mercy. El estilo tiene sus raíces en el post punk, como Joy Division, mezclado con glam, aunque posteriormente también se mezcla con dark metal…
P. ¿Cómo sobrevive la escena gótica?
r. Mal, pero sobrevive. Un amigo bromeó diciendo que la escena gótica está muriendo, pero, por supuesto, si es gótica, debería estar muriendo. Ha faltado relevo generacional desde hace unas dos generaciones, bueno, casi desde el principio. Los viejos quedamos.
P. ¿Qué momentos te vienen a la cabeza en la historia del festival?
r. Hicimos una edición en el castillo de Manzanares el Real: llovía todo el tiempo, era súper gótico. La primera edición fue en el barrio de Salamanca: abuelas del barrio se acercaron a preguntar qué era el gótico. Luego nos dijeron que, por ser godos, éramos muy felices. Las exposiciones sobre seres mágicos de España… Son muchos momentos.
P. ¿De qué estás orgulloso?
r. Nuestro valor es haber cogido algo de la calle y ponerlo en los museos (el Museo del Romanticismo, el Lázaro Galdiano o el Museo de Ciencias Naturales) o en la universidad. Una profesora nos decía: todo esto debería estar en el garaje de la abuela de un friki, ¡y está en la Complutense! Porque este es el subterráneo del subterráneo: el súper nicho.
Las abuelas del barrio de Salamanca nos decían: por ser góticos sois muy felices
P. Este año hablan de dragones.
r. Este año es el año del dragón en el horóscopo chino, por eso… La Dra. Almudena Izquierdo habla del dragón en la literatura, el Amadís de Gaula a Game of Thrones. Como ves, hay especialistas en cualquier cosa. Y tenemos una charla sobre dragones y armas nucleares, Héctor Martínez Sanz y Ángel Ortega.
P. Por supuesto, en Game of Thrones el dragón es como el arma nuclear. El caso es que la literatura especulativa, el terror y la ciencia ficción son muy agudos a la hora de abordar problemas psicológicos y sociales.
r. De hecho, en el cine de serie Z, en las películas de zombies, lo que menos importa son los zombies, lo que importa es cómo interactúa el ser humano en una situación de crisis, en un mundo que no es el conocido y qué relaciones se generan.
P. También está el monstruo Godzilla.
r. Godzilla, o su precursor, fue inventado por unos guionistas estadounidenses en 1947. Fue tras la Segunda Guerra Mundial, retransmitido por la radio en el Japón ocupado, como si quisiera imitar guerra de los mundos de Orson Welles. Un chiste radiofónico, desde una base naval: inventaron un monstruo salido del mar que iba a atacar Tokio. Dicen que el general MacArthur estaba a punto de dar la orden de batalla. Y fue un caos. Esos guionistas no llegaron a Hollywood, fueron enviados a Corea como castigo. En el festival contamos con una ficción sonora sobre este episodio, de Carlos Molinero y la compañía A viva vocal.
Así es el ‘underground’ del ‘underground’: el supernicho
P. Que actualmente existan tantos fines del mundo posibles debe resultarle muy sugerente.
r. Nos gusta hablar del tema, lógicamente. En los autores de terror y ciencia ficción el tema es recurrente, porque da mucho juego, y estamos en tiempos en los que lo distópico y postapocalíptico está de moda. Pero si un meteorito viene a destruir la Tierra, prefiero meterme debajo del meteorito: no quiero sobrevivir y estar luchando por conseguir agua.
P. ¿Qué te asusta?
r. Tenía mucho miedo, tenía miedo de todo: de las brujas, de los fantasmas, de la oscuridad. Pero al estar tan involucrado en esto, perdí el miedo a esas cosas. Los miedos reales, al final, son los más mundanos. Tengo miedo de morir por una larga enfermedad, de perder a las personas que amo, de quedarme sola sin querer estarlo. No puedo pensar en nada más aterrador.
babelia
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