Más de 850.000 cubanos llegaron a Estados Unidos desde 2022 en “el éxodo más grande de la historia de Cuba” | Actualidad en Estados Unidos
El éxodo migratorio que se disparó en Cuba hace casi tres años no tiene fin. Más de 850.000 migrantes de la isla han llegado a Estados Unidos desde 2022, una cifra publicada recientemente por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) que confirma el “vaciamiento demográfico” del que hablan los investigadores y que ha provocado una caída poblacional del 18%. Nada indica que la situación pueda revertirse: la crisis económica en el país no hace más que acrecentarse y 2024 va camino de convertirse en el segundo año fiscal con mayor afluencia de cubanos en la frontera sur.
“El descenso demográfico ha continuado”, explica a EL PAÍS el economista y demógrafo cubano Juan Carlos Albizu-Campos, que publicó hace unos meses un estudio en el que desmiente que en Cuba vivan más de 11 millones de personas, como afirma el Gobierno, sino solo 8,62 millones. “Con toda seguridad”, afirma, “estamos asistiendo a un proceso que he llamado agotamiento demográfico”. Albizu-Campos insiste en que el éxodo migratorio va acompañado de una caída considerable del número de nacimientos y un aumento de la mortalidad.
Las cifras de la CBP certifican que 533.000 cubanos llegaron a Estados Unidos desde el 1 de octubre de 2021 hasta el final del año fiscal de 2023. Entre el 1 de octubre de 2023 y agosto de este año se sumaron otros 208.000 solicitantes de asilo. Sin embargo, el saldo migratorio real puede ser mayor, ya que el registro de la CBP no incluye a los 110.000 cubanos que se han beneficiado del parole humanitario desde que comenzó en 2023, y tampoco incluye a quienes han emigrado con otro tipo de visas.
“En términos del año fiscal que termina en agosto, el número de ‘encuentros’ cubanos en las fronteras de Estados Unidos ya superó la cifra registrada en el año fiscal 2023”, explica el demógrafo. “En términos del año calendario, a falta de cuatro meses, es seguro esperar que el total de emigrados a ese país alcance poco más de 260 mil personas, superando lo registrado el año pasado, por lo que puede afirmarse que la ola migratoria está en una “meseta” sostenida desde 2022”.
Diciembre es el mes de mayor afluencia de cubanos en lo que va de año fiscal, con un total de 25.048 registrados en los cruces fronterizos. Este año, casi 66.000 cubanos han sido interceptados por la Guardia Costera en el mar, una de las rutas más peligrosas que utilizan los cubanos a través del Estrecho de la Florida.
¿Es posible revertir el éxodo cubano?
Las autoridades han asegurado que se trata de la “mayor ola migratoria de la historia de Cuba”, que supera con creces la suma de las anteriores. Las proyecciones de Naciones Unidas prevén que en el año 2100 la población cubana estará por debajo de los seis millones, pero el panorama es tan sombrío que Albizu-Campos cree que ese descenso llegará “con seguridad” mucho antes. “Es una posibilidad real que ya está a la puerta, en un futuro próximo. No creo que tengamos que esperar al año 2100 para verlo”, afirma.
La crisis generalizada en Cuba, que ha alcanzado su punto álgido desde 2021, hace que los cubanos ya no esperen cambios dentro del país sino fuera. Los constantes cortes de electricidad, la falta de agua, alimentos o medicinas, la represión política que se ha recrudecido desde las históricas protestas del 11 de julio, la caída del turismo con la pandemia del coronavirus y su impacto directo en la economía, las sanciones de Estados Unidos y la disminución del apoyo de algunos de los principales socios comerciales como Venezuela o México han hecho imposible la vida en la isla. Algunos emprenden su travesía hacia Nicaragua, cruzan el Darién, esperan su cita con la CBP One en México. Otros reman noventa millas hasta Miami en embarcaciones caseras. Y miles continúan hacia destinos como España, Italia, México y Canadá, o cualquiera de los pocos lugares con acceso sin visado para los cubanos, o incluso donde se presente la oportunidad.
No hay una respuesta clara sobre cómo revertir un éxodo que, además, está dejando a Cuba sin fuerza de trabajo. “La gente se va porque hay un conjunto de factores de rechazo que la empujan a abandonar su lugar de origen”, afirma el economista y demógrafo. “¿Revertir el éxodo? ¿Detenerlo? ¿Cómo? Mientras estos mecanismos de rechazo, presentes en el país desde hace al menos 60 años, y su efecto acumulativo sobre la decisión de emigrar sigan presentes, el éxodo no se detendrá. Sobre todo en condiciones en las que la represión de la voz no permite ninguna posibilidad de cambio, y al combinarse con la desaparición de las antiguas restricciones a los viajes, hace que la salida sea la única alternativa percibida como solución a los problemas”, afirma Albizu-Campos.
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