En el reciente episodio de Lo de Évole, el periodista catalán ofreció a la audiencia una faceta poco conocida de Juan y Medio. Más allá de las risas y su habitual soltura frente a las cámaras, Juan mostró una profundidad emocional que sorprendió y cautivó a los espectadores. Durante la conversación reflexionó sobre su vida amorosa, sus aspiraciones aún pendientes y su visión de temas como la masculinidad, la muerte y la tranquilidad como forma de vida.
En un campo tan íntimo como amarJuan no tuvo reparos en reconocer que su vida amorosa ha estado marcada por momentos de incertidumbre y arrepentimientos. Cuando Évole preguntó si alguna vez le hubieran pedido que se casara con élcontó una anécdota que sigue rondando su memoria. una pareja de ancianos Ella lo llamó el día de su boda para ofrecerle una última oportunidad de evitarla. y comenzar una vida juntos. Sin embargo, él decidió no intervenir, convencido en ese momento de que ella debía casarse. «Muchas veces todavía pienso en eso y que tal vez debería haber jugado mis cartas, como lo hace la gran mayoría del mundo en algún momento. Porque con el paso de los años te das cuenta de que la culpa no es de ellos, la tienes tú», confesó sinceramente.
Pese a este episodio, Juan asegura que está satisfecho con su vida amorosa actual, en referencia a su pareja, de quien no quiso dar más detalles pero recalcó que sería difícil. que alguien pueda superar la conexión que tiene con ella. Actualmente reconoce que se declara con cierta frecuencia ante las personas que lo rodean y Les dice ‘os quiero’ porque «ha sido educado para hacerlo».
El sueño de ser padre
A sus 62 años, Juan y Medio reveló que La paternidad sigue siendo un sueño pendiente. Aunque no ahondó en sus planes actuales al respecto, dejó entrever que ese deseo sigue latente. «Me arrepiento de no haber sido padre, y sueño que algún día sucederá. «He conseguido una serie de cosas en la vida pero otras se han quedado atrás» confesó. Su honestidad al hablar de este anhelo conecta con quienes sienten que ciertos capítulos de la vida aún están por escribirse, sin importar la edad o las circunstancias.
Otro punto destacado de la entrevista fue la reflexión sobre masculinidad y cómo ha cambiado con el tiempo. Juan recordó que alguna vez creyó encarnar el concepto de «el hombre como Dios manda», pero el paso de los años le demostró que esos estándares Eran erróneos y limitantes. «Apuesto a la risa y a la paz en la vida», afirmó, destacando que valora más la tranquilidad que la felicidad.
En su vida diaria, Juan se esfuerza por ayudar a alguien que lo necesita, principio que, asegura, te permite ir a dormir tranquilo cada noche. Estas palabras revelan a un hombre que, lejos de su imagen pública de presentador locuaz, tiene un sólido compromiso con la empatía y el bienestar de los demás.
El «quinto Hombre G» y una vida llena de historias
La entrevista no sólo exploró aspectos personales, sino también episodios fascinantes de su carrera profesional. Entre ellos, su paso como miembro del equipo de seguridad de la banda Hombres G. Durante esa etapa, Juan se convirtió en testigo privilegiado del apogeo del grupo. Con humor, Évole lo llamó «el quinto G-Man», a lo que Juan respondió con una sonrisa: «Es el mejor título que me pudieron dar».
El propio Jordi Évole destacó la singularidad de este primer capítulo: «Cuando terminas de verla te reconcilias un poquito más con el mundo«. Con este inicio, Lo de Évole se consolida como un espacio donde el entretenimiento y la introspección van de la mano, ofreciendo una visión más humana y auténtica de sus invitados. Juan y Medio, con su mezcla de humor, profundidad y franqueza, demostró que detrás de su sonrisa hay una vida rica en el aprendizaje y las emociones eso todavía se está construyendo.