El programa de amor más famoso de la pantalla chica, Primeras citas, abrió sus puertas un día más. La noche del miércoles, Carlos Sobera y Laura Boado dieron la bienvenida a un nuevo grupo de comensales dispuestos a pasar una velada inigualable y, si es posible, conocer a una persona muy especial.
Algo que Diana y Andrés vivieron en carne propia. La catalana soltera de 43 años llegó al restaurante rebosante de energía. »Soy única, una vez me dijeron que era rara, pero soy especial porque lo vivo todo intensamente», declaró. Además, la catalana sorprendió a la presentadora contándole todas sus profesiones. »Soy arquitecta, influencer y modelo de fotografía», reveló.
Momentos después, la presentadora acompañó a la soltera hasta su mesa, donde tuvo que esperar a Andrés, su cita. El soltero madrileño de 49 años se define como una persona «vital, íntegra y equilibrada». Asimismo, el soltero confesó que el amor es lo más importante en la vida, pero aclaró que aún no ha encontrado a su mujer ideal.
Tras una breve charla con Carlos Sobera, el madrileño se trasladó al interior del restaurante, donde conoció a Diana. »Me gusta su sonrisa, transmite alegría y vitalidad», confesó nada más ver su cita. Por su parte, la catalana también tuvo muy buena impresión del soltero, aunque destacó que esperaba conocer a un chico más alto y de ojos claros.
La velada comenzó con los solteros hablando de sus profesiones. La soltera reveló que era conocida como “la influencer del pan” porque cubría eventos del pan. Tema que dejó muy impresionado al soltero, quien a su vez confesó que su pueblo era mundialmente conocido por sus palmeras de chocolate. »¡Qué estás diciendo! En dos semanas vuelvo a Madrid, ya está”, respondió.
»Me esperaba una persona más como yo»
En un momento de la cita, Andrés confesó que una de las cosas que más le gustaba de la soltera era su sonrisa. »Denota ilusión, alegría y ganas de vivir, me encanta», declaró. Por su parte, Diana afirmó ser una persona muy enérgica y que vivió todo con mucha intensidad. Un detalle que encandiló al madrileño.
Sin embargo, el entusiasmo del soltero no estaba a la altura del de la soltera, que tenía cada vez más claro que Andrés no era el hombre de su vida. »No me gustó mucho, esperaba una persona más como yo. «Lo he visto mayor», dijo.
En la decisión final, Diana rechazó al soltero porque «no era la persona que buscaba». Pero la situación dio un giro radical cuando la soltera escuchó las palabras de Andrés. »Agradezco la sinceridad con la que dices las cosas, nunca la pierdas. Y la vida es eso, cosas positivas y cosas negativas, pero la clave es decir las cosas desde el corazón. Y estás invitado a mi pueblo a llevarte esas palmeras de chocolate», declaró el soltero.
Unas palabras que hicieron cambiar de opinión a Diana. »¿Por qué te dije que no? ¿Se puede cambiar?», dijo. «Sí, por supuesto», respondió el equipo. »Voy a darle una segunda oportunidad. Se lo merece, me ha tocado el corazón’, comentó ante la mirada atenta de Andrés quien no podía creer lo que estaba pasando.
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