El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, encabezó una manifestación masiva el sábado en la plaza principal de la Ciudad de México a la que asistieron decenas de miles de personas.
Aunque la reunión fue convocada para conmemorar la expropiación de la industria petrolera en 1938 en México, muchos participantes coincidieron en que el acto político constituyó la salva inicial de la carrera presidencial de 2024 de la que saldrá el próximo presidente.
Quizás consciente de las recientes tensiones con Estados Unidos por las muertes en ese país por sobredosis de fentanilo traficado desde México, López Obrador dedicó parte de su discurso a elogiar al expresidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt, quien no se opuso activamente a la expropiación petrolera de 1938. a pesar de que muchas empresas eran estadounidenses.
“La autenticidad de su política del buen vecino tuvo su mejor ejemplo en el respeto a la soberanía de nuestro país”, dijo López Obrador en referencia a Roosevelt.
La movilización podría ser una de las últimas en ser encabezada por López Obrador, famoso por su carisma y temperamento despreocupado. El proceso para nombrar al candidato presidencial del partido de López Obrador, Morena, comenzará este año. Posteriormente, el candidato de esa fuerza política puede pasar a primer plano.
De cualquier manera, la mayoría está de acuerdo en que pocos aspirantes a la presidencia pueden igualar la popularidad del presidente, cuyos índices de aprobación suelen superar el 60%. Esto es especialmente cierto para el partido Morena, que se construyó en gran medida en torno a la figura de López Obrador.
Alberto Martínez, de 59 años, dijo confiar en que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, sería la candidata de Morena. Martínez señaló que a muchos les gusta la preparación y prudencia de Sheinbaum, pero aceptará a la candidata que surja de Morena.
La mayoría de las encuestas arrojan que Sheinbaum es la favorita en la carrera interna seguida por el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, quien también gobernó en la capital mexicana.
“Lo importante es que siga la ideología de López Obrador”, dijo Martínez. «Este tren va por buen camino, solo tienes que subirte y conducirlo».
El expresidente Lázaro Cárdenas, uno de los héroes de López Obrador, hizo felices a los mexicanos cuando el 18 de marzo de 1938 expropió la industria petrolera, que estaba principalmente en manos de empresas extranjeras.
Una de las principales iniciativas políticas de López Obrador ha sido el rescate de la petrolera estatal que fundó Cárdenas a partir de la deuda aplastante y la baja producción de hidrocarburos.
Quienes asistieron al mitin en el Zócalo aprueban sin reservas a López Obrador, quien con su postura nacionalista redujo drásticamente la capacidad de los agentes antidrogas de Estados Unidos para operar en México.
Blas Ramos, un ingeniero eléctrico de 69 años, levantó un cartel que exigía la salida del FBI y la CIA de México.
Ramos dijo que el presidente tiene razón al oponerse a los llamados en Estados Unidos para designar a los cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas o para usar el ejército estadounidense para combatir a los grupos criminales.
“Son hipócritas, no hacen nada para evitar el consumo de drogas” en Estados Unidos, dijo Ramos en referencia a los políticos estadounidenses que proponen tales medidas.
El opiáceo sintético fentanilo, que mata a unos 70.000 estadounidenses al año, se fabrica principalmente en México a partir de precursores químicos introducidos de contrabando desde China.
López Obrador asegura que México no produce el opioide, afirmación con la que la mayoría de los expertos no están de acuerdo, y afirma que Estados Unidos tiene un problema con el fentanilo porque las familias estadounidenses no les dan suficientes abrazos a sus hijos.
El mandatario arremetió contra las propuestas de que Estados Unidos declare terroristas a los cárteles mexicanos o intervenga militarmente contra estas organizaciones criminales.
“México es un país independiente y libre, no una colonia ni un protectorado de Estados Unidos”, dijo. «¡Cooperación sí, sumisión no!», exclamó el jefe de Estado.
Ramos confió en que el movimiento que el mandatario llama “la Cuarta Transformación de México” no terminará cuando López Obrador finalice su mandato presidencial en septiembre de 2024.
Este movimiento comenzó hace mucho tiempo, según Ramos.
“Tenemos toda la vida esperando este movimiento”, afirmó.
“Este movimiento no va a terminar en seis años”, dijo el electricista en referencia a la duración de los mandatos presidenciales en México. “Es un proceso que llevará 30, 40 años”.
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