Milei prepara una purga en Asuntos Exteriores tras expulsar a la canciller por oponerse al embargo de EE.UU. a Cuba

Javier Milei prepara una purga en la Cancillería argentina para garantizar que todo el personal diplomático acate su visión de la política exterior. La gota que colmó el vaso fue el voto de Argentina en las Naciones Unidas el miércoles contra el embargo estadounidense a Cuba. Argentina mantuvo su posición histórica y votó en línea con 187 países, pero eso significó apoyar a Cuba frente a Estados Unidos, a quien Milei considera su principal aliado. Al enterarse, el presidente destituyó repentinamente a la canciller, Diana Mondino, anunció que sería reemplazada por el hasta entonces embajador argentino en Washington, Gerardo Werthein, y anticipó nuevas renuncias: “El Poder Ejecutivo iniciará una auditoría del personal de carrera de la Cancillería, con el objetivo de identificar promotores de agendas enemigas de la libertad”.

El portavoz presidencial, Manuel Adorni, reforzó el mensaje en rueda de prensa este jueves: «Se hace lo que dice el presidente, y si no se hace, estamos todos invitados a salir del Gobierno y tomar nuestras propias decisiones desde fuera». Adorni destacó que Milei está alineado con Estados Unidos e Israel, los dos únicos países que votaron a favor del bloqueo al país caribeño. “No es ni más ni menos que eso. Eso se incumplió y todos tenemos clara la posición del presidente en ciertos temas”, concluyó. Sus palabras parecían destinadas a aquellos diplomáticos de carrera que cuestionan el giro en política exterior dado por Milei, especialmente la ruptura de la equidistancia que el país mantenía entre Estados Unidos y China y su negativa a adherirse a la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, a la que lo vinculó con el “marxismo cultural”.

Mondino, una economista de 66 años sin experiencia diplomática, llevaba meses en la cuerda floja y sus explicaciones para justificar el voto contra el embargo no convencieron al presidente. “He hecho todo lo posible, con mucho esfuerzo y dedicación”, dijo este jueves al difundir una carta pública a Milei. “Sé que tiene ideas firmes y sobre todo que tiene el coraje de mantenerlas. Sólo puedo decir que hay mucho trabajo por delante y los acompañaré desde donde estén”, se despidió el funcionario.

Su destitución fue una victoria para la hermana de Milei y secretaria de la Presidencia. Karina Milei le había quitado mucho poder a Mondino al nombrar cargos que le reportaban directamente a ella. Este es el caso del nuevo vicecanciller, Eduardo Bustamante, quien reemplazó a Leopoldo Sabores hace apenas dos semanas, y ahora permanecerá al frente de la Cancillería hasta que Werthein asuma el cargo.

Milei también expulsó al embajador de Argentina ante las Naciones Unidas, Ricardo Lagorio. El presidente ya había oficializado a su sucesor, Francisco Tropepi, tras percatarse de que Lagorio tenía diferencias con la visión geopolítica oficial y prefería una política más neutral. La postura de Milei ante la ONU no dejó lugar a medias tintas durante su comparecencia ante la Asamblea General de la ONU: el líder ultraderechista acusó a Naciones Unidas de haberse transformado en un «leviatán de múltiples tentáculos» que intenta imponer «una agenda de corte socialista” y pidió a la comunidad internacional abandonar el Pacto Futuro y abrazar “los principios de defensa de la vida, la libertad y la propiedad”. Aun así, Lagorio se mantuvo en su cargo hasta el miércoles y fue quien ejecutó la votación contra el embargo que desató la furia presidencial.

Diana Mondino habla durante una reunión con el Secretario de Estado estadounidense el pasado mes de mayo en Washington.Amanda Andrade-Rhoades (Reuters)

“Una transición ordenada”

Werthein será el encargado de velar por la ausencia de nuevos cortocircuitos. “En nuestro país sólo hay una política exterior: la que define el presidente. Todo el equipo de la Cancillería estará alineado con esa visión”, afirmó Werthein en sus primeras palabras tras anunciar el nombramiento. “Modernaremos nuestra diplomacia y optimizaremos procesos para que Argentina brille en el escenario global, asegurando una transición ordenada”, agregó. Se espera la dimisión de gran parte de los secretarios, salvo los que han llegado recientemente.

Werthein es un hombre de confianza para los hermanos Milei. A diferencia de Mondino, este empresario de 68 años llega al cargo con una gran red de relaciones internacionales forjada durante sus años como presidente del Comité Olímpico Argentino (2009-2021). Su cercanía a los niveles más altos del poder económico y político aumentó durante el último año en Washington. Como embajador, su gestión se centró en conseguir inversiones y facilitar reuniones entre Milei y los principales líderes tecnológicos de Estados Unidos, como Elon Musk (Tesla, SpaceX) y Mark Zuckerberg (Meta), entre otros.

El ascenso de Werthein a la jefatura del Ministerio de Asuntos Exteriores deja sin dueño a la embajada en Washington justo en vísperas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en las que compiten la vicepresidenta demócrata Kamala Harris y el expresidente republicano Donald Trump. Milei ha expresado su preferencia por Trump, pero el alineamiento de la política exterior con Estados Unidos se mantendrá gane quien gane.

Además de estar atento a los movimientos del próximo inquilino de la Casa Blanca, Werthein tiene por delante una intensa agenda que incluye la próxima reunión de presidentes del G-20 en Río de Janeiro y las visitas a Buenos Aires del Primer Ministro de Italia, Giorgia Meloni, y el presidente francés, Emmanuel Macron.

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