Sábado, 9 de noviembre de 2024, 11:59
Algunos turistas italianos preguntan en la plaza de la Marina, al paso de la manifestación: «¿Por qué protestan?». «Por la vivienda, que es muy cara», responde alguien. «Ah, en Italia lo mismo. «Mucho Airbnb, ¿eh?» responde mientras graba la multitudinaria marcha con su celular. Los numerosos turistas que pasean por el Centro se han topado este sábado por la mañana con un espectáculo singular: el de miles de ciudadanos saliendo a la calle para exigir una «Málaga para vivir, no para sobrevivir». La segunda protesta convocada en menos de cinco meses para exigir una solución a la crisis inmobiliaria ha repetido el éxito de la del 29 de junio, cuando al menos 15.000 personas salieron a las calles del Centro. Según la Policía Nacional, la protesta ha congregado a 10.000 personas y se ha desarrollado sin incidentes.
La manifestación partió a las 11.40 horas desde la Plaza de la Merced, en un ambiente festivo y con una alta diversidad de edades y perfiles sociales entre los asistentes. Jóvenes, familias y jubilados han salido a las calles. Un detalle da una idea de la respuesta masiva a la convocatoria de Málaga para Vivir: a las 12.40 horas, una hora después de iniciada la marcha, todavía había gente que no había abandonado la Plaza de la Merced. A esa misma hora, los primeros de la manifestación pasaban por la plaza de la Marina. No sería hasta pasadas las dos de la tarde cuando la cabecera hizo su entrada en la Plaza de la Constitución, donde a las 14.30 horas tuvo lugar la lectura del manifiesto. En ese momento, los asistentes llenaron el espacio formando un círculo y llevaron a cabo una acción simbólica: levantaron la mano con las llaves de sus casas en señal de protesta por el acceso a una vivienda digna en Málaga.
La lectura del manifiesto cerró esta multitudinaria manifestación: «Hoy la ciudad inicia un nuevo ciclo de movilización para reinventar Málaga. Queremos recuperar los paseos por nuestras calles, no el parque de atracciones que han convertido en Málaga donde nos expulsan y explotan. El proceso que iniciamos el 29J es algo imparable, esto no ha hecho más que empezar.
Al igual que la marcha anterior, ésta ha contado con el apoyo de partidos, sindicatos y grupos sociales de izquierda, pero estos no han estado al frente de la manifestación, cuyos organizadores han subrayado que no siguen siglas políticas. En la marcha participaron, entre otros, el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga, Dani Pérez, acompañado de otros miembros de su partido; representantes de Con Málaga, encabezados por Toni Morillas; el coordinador de IU Andalucía y diputado de Sumar en el Congreso, Toni Valero; y el secretario provincial de CC OO, Fernando Cubillo.
Dani Pérez, en declaraciones previas a la manifestación, ha exigido al alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, «escuchar a los miles de malagueños que claman por una vivienda digna y asequible». «Estamos ante un drama social que está obligando cada año a miles de personas a abandonar Málaga. Familias y jóvenes que no pueden construir un proyecto de vida en la ciudad que los vio nacer. Esto ya no se puede permitir. Es insostenible. Una ciudad sin habitantes es una ciudad sin futuro», afirmó. Según Pérez, «las políticas de vivienda de Paco de la Torre han fracasado». «Más de 34.000 personas se han ido de Málaga en los últimos cinco años, hay más de 32.000 personas buscando VPO y Málaga se ha convertido en la capital donde más ha crecido el precio de la vivienda en alquiler y compra», señaló.
El alcalde no ha estado en la manifestación, pero ha sido protagonista de numerosas canciones y consignas coreadas por los manifestantes. “Dónde está Paquito, Paquito dónde está, Paquito está vendiendo lo que queda de la ciudad” o “Paco, te lo digo, voy a ocupar tu departamento” son sólo dos ejemplos. También se han visto mascarillas con el rostro de De la Torrea acompañado de la frase «Eso te pasa porque eres pobre».
La manifestación comenzó en la Plaza de la Merced y su recorrido continuó por la calle Granada, la plaza del Siglo, la calle Molina Larios y la plaza de la Marina hasta la Alameda Principal (pasando por los carriles destinados al tráfico en dirección este). Luego el itinerario continuó por las calles Puerta del Mar, Atarazanas, Prim, Manuel José García Caparros, Pasillo de Atocha, Pasillo de Santa Isabel, calle Carretería, Álamos, Cárcer, Casapalma, plaza Uncibay, calle Calderería, plaza Carbón, de nuevo por Granada. Calle, desembocando en la Plaza de la Constitución.
El único incidente se produjo poco después de comenzar la marcha, a la altura del callejón El Pimpi que da acceso a la calle Granada, donde la Policía Nacional impidió el intento de un pequeño grupo de ultraderechistas de acosar a los manifestantes. Estuvieron un rato coreando «Vivienda para los nacionales», pero no lograron acercarse al ritmo de la manifestación.
¿Qué piden los manifestantes? El denominador común de todos los asistentes es la demanda de soluciones al problema del acceso a la vivienda. A partir de ahí, la diversidad de perfiles y motivaciones de los asistentes es altísima: entre ellos hay militantes y simpatizantes de partidos de izquierda con un discurso muy armado ideológicamente, pero también jóvenes, familias y jubilados sin orientación política explícita que quieren hacer manifiestan su desesperación por las dificultades vitales que les provoca la escasez de vivienda en ellos mismos o en sus allegados. También se han escuchado muchas consignas contra el «turismo» malagueño y, más concretamente, contra las viviendas vacacionales, desde el clásico «Los turistas se van a casa» hasta «Casa pa vivir, no pa Airbnb».
En esta segunda manifestación, la plataforma Málaga para Vivir ha querido ir más allá del problema del acceso a la vivienda y modificar todo el «modelo de ciudad», que «expulsa a los vecinos, convierte la vivienda en un negocio y erosiona el tejido social». El objetivo de la protesta es, según ellos, afrontar «la explotación de los alquileres, la precariedad laboral y la destrucción del territorio».