Algunos podrán considerarlos una minoría, pero los latinos son ya la inmensa minoría en Estados Unidos. Una fuerza fundamental del trabajo, la recaudación de impuestos, la lengua, el consumo y la cultura que en las próximas elecciones del 5 de noviembre puede aportar más de 36 millones de votos, cuatro millones más que en 2020. Al ser un grupo tan grande y variado (uno de cada cinco habitantes del país), no hay una tendencia clara en cuanto al sentido del voto, ni sobre cuántos latinos votarán. Pero sí se sabe que ni un candidato ni otro podrán llegar a la Casa Blanca sin el apoyo de la comunidad. De ahí que para movilizar el voto llegue la artillería pesada: las celebridades.
Estos días se están poniendo en marcha distintas campañas, tanto para llamar al voto como para dirigirlo en una u otra dirección. Y todas ellas despliegan las armas de la fama, el talento y los millones de seguidores del Celebridades Por eso, nombres famosos como Jessica Alba (que la semana pasada acompañó a Joe Biden a la Casa Blanca), América Ferrera (que fue vista con Kamala Harris en un divertido video viral), Anuel AA (que animó a la gente a votar por Donald Trump) o Liza Colón-Zayas, la flamante ganadora del Emmy, en campaña junto a Tim Walz, el candidato demócrata a vicepresidente, están causando impacto.
Una de las más potentes es la llamada Vota con Ganas, que se lanzó el 18 de septiembre y forma parte de la Fundación Voto Latino, que desde hace 20 años alienta a los latinos no sólo a votar sino a registrarse, paso fundamental previo a ejercer el derecho al voto. El proyecto cuenta con unos cinco millones de dólares de financiación, según El New York Timespero también con voces poderosas que están alzando la voz, especialmente a través de videos en las redes sociales, una oradora clave. La actriz Rosario Dawson, quien fue una de las fundadoras de Voto Latino en agosto de 2004, fue una de las primeras en publicar un video: “Estamos entusiasmados con esta elección. Los números no mienten. El voto de los jóvenes literalmente puede decidir las elecciones. Si estás preocupado, abrumado, frustrado por que tu voz sea escuchada, ahora es el momento de reclamarla. Hay 400 escaños en el Congreso que podrían cambiar de manos. Podemos cambiar el rumbo. Sé voluntario, infórmate, regístrate, anímate a votar. Toma el control de estas elecciones porque son tuyas”.
Otra de las campañas actuales es Vote Like a Mother, donde principalmente mujeres latinas, madres o no, incentivan a la gente a votar, centrándose principalmente en el cambio climático y la protección de los menores con respecto a los daños causados al medio ambiente. Forma parte del proyecto Latino Victory, y en este caso apuestan por la fórmula Harris-Walz para las elecciones de noviembre. Una de las principales impulsoras es Jessica Alba, quien ha organizado una desalmuerzo con mujeres en Los Ángeles para intentar recabar apoyo para los demócratas. Esta campaña, en la que han estado involucradas Gina Torres y Camila Cabello, cuenta con alrededor de dos millones de dólares, según los medios El reportero de Hollywood.
El intérprete no se equivoca: los números no mienten. Algunas encuestas, como la de Entravision/Altamed de mediados de septiembre, ya cifran la participación latina en un 70%, lo que supondría un avance enorme respecto a 2020, donde votaron poco más de 16,5 millones de los 32 electores habilitados, la mitad. ¿Significa esto que los latinos pueden ser los que decidan el próximo ocupante del Despacho Oval? “Definitivamente sí. Como resultado del Colegio Electoral, la elección presidencial se decidirá en siete estados clave”, recuerda la profesora de Historia de PennState, AK Sandoval-Strausz. “El más importante es Pensilvania (que tiene 19 votos electorales). Hay un millón de latinos en Pensilvania, de los cuales 580.000 están habilitados para votar”. “Viendo que las dos elecciones anteriores se decidieron por márgenes de 44.000 y 80.000 votos, es evidente cómo los hispanos pueden ser decisivos, aunque es importante no olvidar que hay otros grupos demográficos influyentes. Hay otros estados clave que tienen grandes poblaciones latinas, especialmente Arizona (donde el 25% de los votantes potenciales son latinos) y Nevada (22%)”, explica el director del Programa de Estudios Latinos de la Universidad Estatal de Pensilvania.
Para el profesor, es “muy difícil evaluar el apoyo de las celebridades”, pero hay algo que se evidencia en estas últimas semanas: “Ambas campañas políticas sí lo consideran importante”. “Estas elecciones están muy reñidas”, explica Sandoval-Strausz, “quedan pocos indecisos y todavía no se sabe cómo convencer a esta gente. En estas circunstancias, probablemente valga la pena intentar hacerles sentir que quienes comparten sus preferencias culturales merecen su voto”.
Si en 2020 el 65% de los latinos se mostró a favor de Trump frente a Biden, este noviembre la cuestión está mucho más igualada: solo el 55% votaría por Harris frente a Trump, según un estudio de The New York Times/Siena. Por eso ambos bandos intentan arrastrar cada voto a su lado. En general, las estrellas, de corte más liberal, suelen apoyar a los candidatos demócratas, pero ha habido pocos casos -aunque sonados- en esta campaña de apoyo a los republicanos, como los de los raperos Anuel AA, Justin Quiles y Nicky Jam, a los que Trump se dirigió como ellapensando que era una mujer.
Una tasa de votación baja nos presenta una oportunidad: indica que hay más hispanos a quienes una campaña puede movilizar.
AK Sandoval-Strausz, directora del Programa de Estudios Latinos y profesora de historia en PennState
De ahí que Tim Walz grabe un vídeo en el que bromea con Liza Colón-Zayas (la llama chef, como su personaje en El oso;ella a él entrenadorEl caso del coach es mucho más que una simple anécdota: es un goteo que llega y penetra a muchos votantes de distintos géneros, edades y situaciones socioeconómicas. Porque además, según una encuesta del Pew Research Center, es menos habitual que las campañas lleguen a los latinos que a otros grupos poblacionales, como los negros o los asiáticos.
Por eso funcionan los millones invertidos en las campañas. “Sí, con toda probabilidad”, asume el profesor universitario. “En elecciones anteriores, la tasa de voto de los latinos ha sido menor que la de otros grupos demográficos. Esto es consecuencia de dos factores: la edad media de los hispanos en Estados Unidos es relativamente baja (31 años, frente a la edad media de 44 de la población blanca no hispana); y que muchos hispanos tienen raíces en países donde la democracia a menudo no ha funcionado bien o no ha existido. Pero esta baja tasa de voto nos presenta una oportunidad: indica que hay más hispanos a los que una campaña puede movilizar, y que no han sido representados en las encuestas políticas porque no están registrados para votar”.
Si el apoyo de Taylor Swift a Kamala Harris en la noche del debate electoral fue clave y atrajo a más de 400.000 personas a la página web para registrarse, Vote.org, los expertos y los medios coinciden en que hay alguien que podría atraer a una cantidad similar de personas, si no más, y muchas de ellas latinas y decisorias, a la elección: Bad Bunny. El apoyo del puertorriqueño a una candidatura sería fundamental. A tenor de sus declaraciones, es más probable que se incline por Harris que por Trump, pero a falta de apenas 40 días todavía no lo ha hecho. Benito Antonio Martínez Ocasio sería fundamental no solo entre la comunidad puertorriqueña (que solo puede votar si reside en un estado distinto a Puerto Rico, donde no tiene derecho a voto a nivel federal), sino también en la latina. Pero sus compatriotas son especialmente importantes: Pensilvania, el estado clave en estos comicios, cuenta con la tercera mayor población de isleños del país, con un total de 300.000 posibles electores.
Bad Bunny ha animado a sus compatriotas a votar. Lo hizo en un podcast el pasado 2 de septiembre, donde habló de la importancia de este gesto: “Yo no me meto en política, la política se mete en mi vida porque afecta a mi país, porque afecta a Puerto Rico”, dijo en una charla con El Tony. “Yo sé que la política es una mierda, nadie cree en los políticos del país. Tener un momento para sacar la tarjeta (de votante), ir a votar, puede ser como… Coño, es muy importante como joven decidir el futuro del país en el que vivimos”. Emocionado hasta las lágrimas, dijo: “Está bien denunciar cosas en las redes sociales, está bien salir a la calle a protestar, dejarse sentir pueblo, pero creo que la protesta más grande es ir el 5 de noviembre a votar en contra de las personas que nos han llevado a esta barbaridad y escándalo”. Y si él mismo dice por quién votar, la protesta será mucho más grande.