Sobre las 17.30 horas (media hora más tarde de lo previsto), Rafael Nadal irrumpió en la pista que lleva su nombre desde 2017, en el club que le ha visto crecer desde los 11 años y en vísperas del torneo. que ha ganado 12 veces. El tenista manacorano se probó en la sede del Real Club de Tenis de Barcelona (RCTB) con la ilusión y las ganas de participar en el Conde de Godó (del 15 al 21 de abril), tras tres meses y medio de ausencia debido a sus problemas físicos. problemas. Al otro lado de la red y actuando como combate Estaba David Jordà, 298º del mundo y jugador del club. Nadal ensayó cruces y paralelas, derechas y revés, se deshizo de su camiseta térmica a los 15 minutos y a la media hora cambió de lado de la pista, del mango de su raqueta y de su camiseta. También se quejó de las pelotas. Y poco antes de que la prensa y el público -una decena de niños y no tan emocionados por verlo- despejaran la grada, pidió una volea. Sin embargo, no exhibió el saque, maniobra que compromete su devolución.
Lo visto encaja con lo manifestado el pasado jueves por su tío, Toni Nadal. Entonces, el técnico afirmó durante un acto en Segovia que su sobrino aún no se había recuperado y que tenía una serie de dificultades, «sobre todo a la hora de sacar». Asimismo, precisó que “por lo demás, no tiene ningún problema cuando entrena”. La descripción del técnico coincide con el desarrollo de esta sesión, que aún no aclara la incógnita: de momento, su participación en el torneo catalán, que arranca el lunes, está en el aire.
Nadal anunció el miércoles que dejaría de competir en Montecarlo, el primer evento de arcilla de la temporada, su gran objetivo. Tres días después, el tenista desveló durante una entrevista televisiva en el estadio de La Cartuja de Sevilla -donde acudió a ver en directo la final de Copa entre el Athletic y el Mallorca- que padecía molestias abdominales desde hacía dos meses, coincidiendo con su regreso. de Australia. Estos “pequeños problemas” son precisamente los que te afectan a la hora de ejecutar el servicio.
Una hora antes de empezar el entrenamiento llegué al club evitando la puerta principal de entrada, todavía a medio pintar y rodeada de trabajadores colocando sillas, en medio del ruido de taladros y el olor a pintura. Le acompañaron en el centro los técnicos Carlos Moyà y Gustavo Marcaccio; su agente, Carlos Costa; su fisioterapeuta, Rafael Maymó; y también Jordi Robert, tutsel representante de Nike que ha seguido sus pasos a lo largo de su carrera.
Hacía tres años que no pisaba la cancha del RCTB, desde que venció en la final al griego Stefanos Tsisipas. Y desde hace tres meses –desde el 5 de enero– el tenista de 37 años no compite oficialmente. Esta temporada sólo ha podido disputar tres partidos, todos ellos en Brisbane, antes de que su cuerpo le fallara en tercera ronda. A partir de ahí, renunció al Open de Australia, Doha, Indian Wells y Montecarlo por diferentes problemas físicos. “He tenido un año y medio complicado en el que todo se está poniendo complicado. Lo intento todos los días. Tengo cosas que solucionar y la realidad es que de momento no soy capaz de ponerme en condiciones de competir. Es duro», confesó Nadal el sábado en declaraciones a Movistar+. «A nivel personal está todo bien», prosiguió, pero «a nivel profesional», la situación que vive actualmente es «difícil».
Las dudas persisten a las puertas de un torneo -en el que participaría con el clasificación protegido (9)—con una carga simbólica especial para él. El sábado -sin él como cabeza de serie, en el caso de que finalmente pueda competir- se sorteará el calendario de partidos, y su debut se produciría el martes, obligado a disputar seis partidos si llega a la final del torneo. De momento, Nadal sigue navegando por sus problemas físicos, con un deseo clave en su mente, que puede ser correspondido o no por su cuerpo. “Estoy aquí para ver cómo va, con ganas de intentar jugar. Te lo contaré. Es importante decir que no quiero confirmar que jugaré, eso espero. «Ya veremos», transmitió al final de la jornada a través de sus redes sociales, acompañando el mensaje con un emoticón con el dedo cruzado.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Xo regístrate aquí para recibir nuestro boletín semanal.