Opel alerta de la pérdida de competitividad que está sufriendo mientras Bosch recorta su previsión para 2024 y ya abre la puerta a nuevos despidos
31 de octubre de 2024 . Actualizado a las 6:58 pm
La industria alemana lleva ya unos meses dando la voz de alarma. Su competitividad, afirman, está en riesgo. El último en lanzar una advertencia ha sido el presidente del fabricante de automóviles alemán Opel, Florian Huettl, quien ayer aseguró que no es posible que en Alemania A corto plazo se podrán construir coches eléctricos que puedan competir en precio con los productos de las empresas chinas: «En Alemania no podemos construir coches eléctricos que cuesten entre 25.000 y 30.000 euros. «Con los costes salariales en Alemania y los precios de la energía, eso no es posible», afirmó Huettl en declaraciones al periódico. Augsburgo Allgemeine.
Para mantener su competitividad, Opel produce modelos económicos como Corsa o Frontera fuera del territorio alemán. Huettl pide que se reintroduzca una prima estatal para la compra de vehículos eléctricos, así como más inversiones en infraestructuras de estaciones de carga para impulsar el mercado de la electromovilidad en Alemania.
Los planes para lanzar el tradicional modelo Manta como coche eléctrico se han retrasado y no será posible en 2025, según Huettl, que no quiso precisar una fecha concreta.
En las actuales discusiones sobre la crisis del grupo Volkswagen (VW), el gigante automovilístico alemán es acusado de no haber podido sacar al mercado un modelo eléctrico económico lo que le habría dejado por detrás de sus competidores chinos. Sin embargo, VW anunció que en 2027 lanzará un pequeño modelo eléctrico que costará 20.000 euros. Actualmente en la gama de productos de VW hay un coche eléctrico por 30.000 euros. Actualmente Opel pertenece al consorcio francés Stellantis pero su sede sigue estando en Russelheim (centro de Alemania).
Este no es un mal que sólo sufren las empresas automotrices. Otros gigantes de la industria con algunas ramas de su negocio vinculadas al sector del automóvil también se están viendo afectados. Es el caso de Bosch, que este jueves reconoció que iba a ser imposible alcanzar sus previsiones de crecimiento económico para 2024, al tiempo que abrió la puerta a nuevos recortes de personal ante la crisis del sector de la automoción en el país.
En una entrevista con el periódico alemán. TagesspiegelEl director general de Bosch, Stefan Hartung, aseguró que la empresa «no alcanzará sus objetivos económicos para 2024» y sus ventas serán «ligeramente inferiores» a las del año anterior. Inicialmente, Bosch esperaba que sus ventas crecieran entre un 5 y un 7 % en 2024, frente al 3,8 % en 2023, cuando generó unos ingresos de 91.600 millones a pesar de las condiciones económicas y de mercado desfavorables.
El directivo espera que el retorno de las ventas de la empresa sea como máximo del 4%, frente al 5% del año anterior, pero «tiene firmemente presente» el objetivo del 7% para 2026.
En cuanto al empleo, La compañía ha anunciado varios planes para recortar puestos de trabajo en los últimos meses. en todo el mundo, sumando un total de más de 7.000 afectados. En este sentido, el directivo ha abierto la puerta a que esta cifra sea aún mayor: «Actualmente no puedo descartar que haya que seguir adaptando las capacidades del personal». Estas declaraciones se producen en un contexto en el que la compañía se está viendo afectada por el estancamiento de la producción de vehículos y la continua debilidad del mercado de la ingeniería mecánica, que se está reflejando en su cartera de pedidos.