Un estudio publicado en la revista BMJ Salud Mental reveló la clave para envejecer de una forma mucho más saludable en China.
Esto no se encuentra tanto en lo que comemos o en cuánto ejercicio hacemos, sino en la resiliencia mental. El equipo liderado por Yitang Zhang, de la Universidad Sun Yat-Sen, analizó a más de 3.000 personas mayores de 50 años durante 12 años.
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Los resultados demostraron que con mayor capacidad de adaptación y superación de situaciones difíciles vivían más tiempo. Esto demuestra que la salud mental es tan importante como la salud física en el proceso de envejecimiento.
Según los investigadores, el género, las hormonas y la genética influyen en cómo afrontamos el estrés y, por tanto, en nuestra resiliencia. En las personas mayores, aprender a vivir y afrontar el estrés reduce eficazmente el impacto negativo de las enfermedades crónicas y las discapacidades.
Por otro lado, no resolver las experiencias traumáticas aumenta los picos de ansiedad y estrés. Esto puede acelerar el envejecimiento y afectar órganos vitales como el corazón y el sistema inmunológico.
Aún así, los expertos insisten en que la resiliencia mental no reemplaza los hábitos saludables clásicos. Mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio con regularidad sigue siendo fundamental para cuidar el cuerpo y la mente.
De hecho, combinar ambos con una mentalidad positiva puede multiplicar los beneficios de ambos enfoques, ayudándonos a vivir más tiempo y con una mejor calidad de vida.
La importancia de la salud mental
Este estudio cambia la forma de entender el envejecimiento, destacando la importancia de cuidar tanto lo físico como lo emocional. Encontrar el equilibrio entre mente y cuerpo parece ser la clave para envejecer de forma saludable.
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